Capítulo 1, Humillación pública en el circo

Don Risitas entra con pasos exagerados, saludando al público con una reverencia teatral. Suena una fanfarria.
• Don Risitas: "¡Damas y caballeros, bienvenidos al gran circo de la risa! Hoy tenemos a un invitado muy especial… o más bien, ¡un desastre con patas! ¡Denle un aplauso a… Guarrillo!"
El público aplaude tímidamente mientras el payaso vagabundo entra tropezando con sus propios pies, dejando caer un cubo de agua que llevaba en las manos, salpicándose a sí mismo. El público empieza a reírse.
Don Risitas se acerca a Guarrillo, lo observa de arriba abajo con una mueca de desprecio y comienza a burlarse.
• Don Risitas: "¡Miren a este payaso! ¿Qué eres? ¿Un cerdo que se escapó del corral o un payaso que se olvidó de su dignidad?"
El payaso vagabndo intenta responder, pero tartamudea y se le cae un parche rosa de la camisa.
• Guarrillo: "Y-yo… solo quiero hacer reír…"
• Don Risitas: "¡¿Hacer reír?! Lo único que haces es oler a chiquero, ¿verdad, público?"
El público estalla en carcajadas mientras Don Risitas saca un megáfono y grita: "¡Hueles a cerdo, pareces un cerdo, ERES UN CERDO! ¿Quién quiere verlo revolcarse en el lodo?"
El público grita "¡Sí!" y aplaude.
Don Risitas saca una tabla de madera gigante con la palabra "Puerco" escrita en letras grandes y rojas.
• Don Risitas: "¡Vamos a jugar un juego! Guarrillo, ponte de espaldas y muéstrale al público ese trasero de cerdo que tienes."
El payaso vagabundo, con expresión de vergüenza, se da la vuelta lentamente, mostrando su gran trasero cubierto por un parche rosa desteñido en forma de corazón. El público se ríe a carcajadas.
• Don Risitas: "¡Miren ese trasero! ¡Es tan grande que podría ser una luna llena!"
Don Risitas toma la tabla y, con un movimiento exagerado, golpea el trasero de Guarrillo. Se escucha un sonido cómico, "¡Boing!", y el payaso vagabundo da un salto, gritando "¡AYYY!" mientras se frota el trasero. El público aplaude y se ríe sin parar.
Don Risitas no se detiene. Saca un balde lleno de purpurina rosa y se lo lanza a Guarrillo, cubriéndolo de pies a cabeza.
• Don Risitas: "¡Ahora sí pareces un cerdo rosado de verdad! ¿Qué dices puerco? ¿Quieres un poco más de brillo para tu dignidad?"
El payaso vagabundo, cubierto de purpurina, intenta limpiarse, pero resbala y cae de bruces al suelo, haciendo que su trasero quede aún más expuesto. El público estalla en risas y aplausos.
• Guarrillo: (murmurando) "Esto no es justo…"
• Don Risitas: "¡¿Justo?! La única justicia aquí es que todos se rían de ti marrano ¡Vamos, otro golpe para el gran final!"
Don Risitas le da otro golpe en el trasero con la tabla y Guarrillo cae rodando por la pista, terminando con las piernas en el aire y su ropa aún más rota, mostrando un calzoncillo rosa con est...