EL GYM CAMBIÓ SU VIDA - Capítulo VI - Final

Subieron al camarote. Tony se desnudó inmediatamente de la cintura para abajo y puso música en la tele, se cogía la tela de la camisa y tiraba hacia delante mientras se movía muchísimo de delante a atrás y de atrás hacia delante, con cara de vicio, con la boca medio abierta, miraba a Bruno que se pajeaba mientras le miraba y le repetía lo puta que era, hasta que éste se le acercó y se la clavó de golpe.
• Tony: “Ay, ¡qué estocada!”
• Bruno: “No te quejes que ya a ti no hay que prepararte para clavártela”
• Tony: “No, si hasta me gusta que me duela algo, dame duro, no te cortes”
• Bruno: “Pero quedamos en que subiríamos para que me perrees, trata de perrear algo sin que se te salga la polla”
• Tony: “¿Así?... si es que tú fuiste el que me hizo desarrollar los músculos, como me decías del tren inferior, ahora soy capaz de moverme muy bien, sin cansarme… y qué mejor que moverme para que esa maravilla me entre, me salga y me destroce el culo”
• Bruno: “Destrozado ya lo tienes, nada que ver con el pequeño ojete rosadito virgen que te hice enseñarme aquella vez en casa”
• Tony: “Pero te sigue gustando, ¿no?”
• Bruno: “Me vuelve loco, me encanta estar dentro, pero no hables, concéntrate y sigue el ritmo de la música”
• Tony: “Perreo, perreo, perreo… mmm, ¡qué gusto perrear así!”
• Bruno (pellizcándole las tetillas): “Sigue que te la voy a dar así, quiero preñarte mientras perreas, así como toda una puta”
• Tony: “Mira como muevo la cintura con la música… dámela, dame la leche”
• Bruno: “Toma, toma leche puta”
• Tony: “¡Cojones!, si es que siento los trallazos, ¡cómo me llenas!”
Tony se corrió también, ahora con sólo un par de movimientos se corría, no le costaba nada, siempre que estuviera lleno con ese pollón, eso cuando no se corría sin ni siquiera tocarse. Su centro de placer estaba ya definitivamente en su culo.
Al terminar el crucero, ambos salieron encantados, del camarote, del ocio dentro del barco, de las escalas, de las excursiones y se prometieron repetir cada verano. Habían ido con bebidas incluidas, apartaron las dietas y no se cortaron ni en comer ni en beber durante esa semana. A Tony le quedaba el último año en la universidad, así que el próximo año habría razones más que suficientes para hacerlo. Por supuesto, contaban con el dinero que se ganaría como puta de Álvaro.
Al finalizar ese último año, Tony obtuvo como siempre excelentes calificaciones, tanto, que fue de los tres mejores del curso. Por eso recibió una muy buena oferta de trabajo. Era una empresa que buscaba activamente buenos expedientes de ingeniería. Además, con posibilidades tangibles de ascenso relativamente rápido dentro de la empresa.
La situación les cambió por completo, tenían dos ingresos estables, ahora no tenían limitaciones económicas...