Perrito en: El casting IV

Pasan quince minutos. Estás sentado en el sofá, todavía desnudo, todavía colocado. Ellos beben cerveza y fuman mientras esperan. Te tratan como si fueras un mueble más del piso.

Suena el timbre. El niñato va a abrir. Entra un tío de unos 28 años, moreno, con barba cerrada, vaqueros ajustados y cazadora de cuero. Lleva una mochila colgada al hombro.

"¿Este es?" pregunta mirándote de arriba abajo con una sonrisa torcida.

"Sí, este es," responde el niñato. "Se llama... bueno, da igual cómo se llame. Es una puta."

El recién llegado se acerca, te levanta la barbilla con dos dedos. "¿Cuántas te has metido?"

"Tres rayas..." respondes.

"Poca cosa." Deja la mochila en la mesa y la abre. Saca otra bolsa, más grande que la anterior. "Yo vengo preparado."

Raúl silba. "Joder Dani, ¿cuánto llevas ahí?"

"Suficiente para tener a este cerdo despierto toda la noche." Dani te mira fijamente. "¿Alguna vez has hecho slam?"

Tu corazón da un vuelco. Sabes lo que es. Inyectarse la droga directamente. Nunca lo has hecho.

"No..." admites.

"Pues hoy es tu día de suerte." Saca de la mochila una jeringuilla nueva en su paquete sellado. "Porque vamos a llevarte a otro nivel."

El moreno se ríe. "Tío, lo vas a fundir."

"Ese es el plan," responde Dani preparando la dosis. "Y por supuesto, Raúl va a grabarlo todo."

Raúl ya tiene la cámara en mano. "Obviamente. Esto va a tener muchas visitas."

Dani se sienta a tu lado en el sofá, prepara la jeringa con movimientos expertos. "Dame el brazo, perrita."

El niñato, el calvo y el moreno os rodean, expectantes. Todos quieren ver cómo te conviertes en algo todavía más bajo.

"Espera..." dices con un último atisbo de cordura. "¿Y si...?"

"¿Y si qué?" interrumpe Dani. "Ya estás grabado esnifando y siendo preñado por tres tíos. ¿Qué más te puede pasar? Venga, dame el puto brazo."

Las cámaras graban. Los cinco tíos te miran. La jeringa espera.

Extiendes el brazo temblando. Dani te lo agarra con firmeza, buscando una vena buena. Te da un par de golpecitos con los dedos.

"Ahí está," dice satisfecho. "Vena bonita y gorda. Perfecto para un yonki primerizo."

Raúl enfoca la cámara de cerca, capturando cada detalle. El niñato graba con su móvil desde otro ángulo. Quieren documentar tu caída completa.

"Mira a la cámara," te ordena Dani. "Quiero que se vea tu cara cuando entre."

Giras la cabeza hacia el objetivo. Tus pupilas dilatadas, los restos de polvo en tu nariz, el semen seco en tu pecho. Así es como te van a recordar.

Dani clava la aguja. Sientes el pinchazo, luego la presión del líquido entrando en tu vena. Empuja el émbolo despacio, saboreando el momento.

"Tres... dos... uno..."

Retira la je...