UN DESAHOGO, nada más.

Dos de los procesos mentales más peligrosos son la comparación y la generalización. Comparar personas o situaciones puede ser tan útil como inútil, tan lógico como incoherente, tan justo como arbitrario. Una comparación mal fundamentada lleva a una "falacia por falsa analogía" (lo busqué en internet). En cuanto a generalizar y juzgar a todos por igual, por el mero hecho de compartir alguna circunstancia, (como el lugar de nacimiento), la posibilidad de equivocarse y, por tanto ofender, es más fácilmente previsible.

Aunque viendo la sociedad en la que nos estamos/hemos convirtiendo/convertido...

Me he cortado de publicar estos días por necesidad propia de reflexionar, quizás por ser consciente de haber hablado de ciertas cosas sin saber, (algún usuario me lo hizo ver, lo cual agradecí de corazón). No pretendo nada más lejos que un desahogo. Nadie piense que me permito hablar desde una cátedra que me haya fabricado. Conociéndome, sería tan atrevido...

He disfrutado mucho leyendo relatos de muchos usuarios. Y a todos agradezco y, es más, reconozco y valoro su valentía de poner en palabras lo que el anonimato les permite. Porque no es cobardía hacerlo por esa razón. Todo lo contrario.

Porque, al igual que no considero lícito ni ético el "outing", tampoco pienso que sea obligatorio que alguien deba dar nombre y apellidos para expresar algo tan íntimo y personal, bien sea su deseo de someter y poseer, bien sea su necesidad de entregarse y humillarse ante otro.

Algunos relatos (como varios de los míos, no digamos el del cuñado policía...) rezuman morbo, fantasía, deseos de liberar un "otro yo", posiblemente atrapado, escondido desde siempre, desde niños, si se me apura. En estos casos, me he sentido hasta estúpidamente reconfortado, "Ah, a otros también", suele uno agarrarse a ese clavo.

Dicho así, "No soy el único que desearía retorcer la realidad hasta convertirla en un paraíso donde casados heteros machotes se te follan a la mínima y dan rienda suelta a sus morbos más escondidos, aquellos que jamás se atreverían a llevar a cabo con sus esposas."

Desconozco ese mundo. Ignoro los códigos del mundo hetero. En bodas, eventos familiares o Navidad, asisto a conversaciones entre hermanos, cuñados o colegas del curro donde siempre acabo preguntándome si en el mundo de "los machos" también habrá (y no es cuestión de comparación) muchos cuya fantasía les haga desear a la cuñada, la amiga de la mujer, la camarera del bar de abajo o a saber...

Pero algunos relatos de los que he leído me han abierto mucho los ojos (si por estos se entiende la capacidad de ver más allá). Mis experiencias hasta ahora habían sido... yo las calificaría de teatrillos. Sin embargo, seamos sinceros, el que ha subido varios peldaños, por algo lo ha hecho. Aunque no haya subido la escalera entera. Para empezar, nadie lo ha obligado a qued...