Perrito en: El casting I

Te presento delante de un portal en Vallecas. La dirección que te pasaron por Twitter era de un edificio viejo, sin portero automático. Subes tres pisos por unas escaleras que huelen a humedad y fritanga. Llamas al timbre.

Te abre un tío de unos 35 años, rapado, con perilla, camiseta ajustada marcando pecho. "¿Eres el del casting?" te pregunta mirándote de arriba abajo. "Pasa, pasa."

Entras y ves un salón pequeño con dos cámaras montadas en trípodes, un sofá negro de piel sintética en el centro, y focos baratos apuntando hacia él. Huele a tabaco y a sudor rancio. Hay otros tres tíos sentados en sillas plegables contra la pared, todos entre 25 y 40 años. Te miran como si fueras un trozo de carne.

"Bueno chaval, siéntate en el sofá," te dice el que abrió la puerta. Se llama Raúl, según él es el 'productor'. "Vamos a hacerte unas preguntas primero, ¿vale? Relájate."

Te sientas. Las cámaras están encendidas, las lucecitas rojas parpadeando. Raúl se pone delante de ti con un papel arrugado.

"Dime tu nombre, edad, de dónde eres."

Contestas. Él sigue: "¿Eres activo, pasivo, versátil?" Cuando respondes que pasivo, los otros tres se ríen entre ellos. Uno de ellos, un moreno cachas con brazos llenos de tatuajes, se toca la polla por encima del chándal.

"Perfecto. ¿Te gusta sin condón?" pregunta Raúl.

Asientes.

"¿Has hecho tríos? ¿Orgías?"

Vuelves a asentir.

"Genial. Ahora viene la parte importante del casting." Raúl deja el papel. "Quítate la camiseta."

Lo haces. Las cámaras siguen grabando.

"Los pantalones también."

Te quedas en calzoncillos, algo incómodo pero todavía pensando que es normal para un casting porno.

"Todo, perrito. Queremos verte entero."

Te bajas los calzoncillos. Tu polla cuelga flácida. Los cuatro tíos te miran fijamente. El moreno cachas se levanta y se baja la cremallera del chándal. Saca una polla enorme, ya medio empalmada, y empieza a tocársela delante de ti.

"Espera... ¿no hay contrato que firmar?" preguntas nervioso.

Raúl se ríe. "El contrato viene después, tío. Primero tenemos que ver si vales para esto. ¿O qué te pensabas? Ponte de rodillas."

Tu corazón empieza a latir más rápido. Algo no cuadra, pero estás desnudo, hay cámaras grabando, y cuatro tíos te rodean. El moreno se acerca más, su polla ya completamente dura apuntando hacia tu cara.

"Venga, abre la boca," te ordena.

Los otros dos se levantan también. Uno es un calvo con barriga de cerveza, cincuentón. El otro es un niñato de 23 años con gorra y sudadera Nike. Ambos empiezan a sacarse las pollas.

Raúl sigue detrás de las cámaras, ajustando el enfoque. "Tranquilo chaval, esto es solo para ver cómo chupas. Es parte del casting."

El moreno te agarra d...