Bully en Locktober 26

Ulises lleva 23 días en castidad, Enrique 25

La idea de viajar con Ulises a un Halloween en una casa en la playa con sus amigos es bastante arriesgada, no tenemos manera de explicar porqué de pronto pasé de ser su principal víctima de abuso a su compañero de viaje.

-No estás pensando con la cabeza Ulises- le dije- la castidad te está haciendo planear algo muy arriesgado.

Robert no me preocupaba, pero no sabía cómo reaccionaría Alexis. Y después de todo, Robert no sabía que Ulises era mi esclavo y no estaba seguro de cómo funcionaría todo aquello… pero Ulises fantaseaba tanto con ser mi esclavo que terminé accediendo.

El plan era viajar en sábado y volver el lunes por la tarde, faltando a un día de clases. Me dejé convencer. Le pedí permiso a mi tío (después de todo el es el responsable inmediato de mis estudios) y como sabe que soy un nerd y que tengo buenas calificaciones hasta me convenció de ir y me armó con su material un kit BDSM de viaje para que lo llevara conmigo.

Aquella fiesta de Halloween es aspiracional en el colegio; es el segundo año que la organiza una de las chicas de un grado abajo del nuestro en el departamento de su familia en Tulúm. Muchos compañeros ahorraron durante un año completo para asistir.

Aunque la fiesta es abierta para todos los que quieran ir, en realidad solo acuden los “populares” de primero, segundo y tercero.

-No entiendo porqué quieres que vaya este pendejo con nosotros- dice de forma descarada Alexis cuando me ve llegar al aeropuerto con Ulises.

-Ya cabrón está bien- dice Robert- no estamos en la escuela vamos a ser cordiales.

Ulises, al fin el “alfa” de su tribu no le da ninguna explicación a Ulises, a Robert le da incluso gusto de verme. Los tres subimos al avión y hacemos un viaje de 45 minutos hasta el sur del país.

Ulises es de una familia con dinero, así que se ofreció a rentar un departamento en el mismo edificio donde sería la fiesta, es un departamento sencillo con cinco habitaciones, una sala comedor con una pequeña cocina y una terracita con una pequeña alberca. La alberca grande está en el primer piso.

A las nueve de la mañana del sábado los tres nos estamos instalando en los cuartos. Ulises le asigna a Robert y a Axel los cuartos que quedan más cerca de la entrada y elige para mí el cuarto que queda junto a la recámara principal que es la que por lógica ocuparía Ulises.

Robert entra a su cuarto y se pone un traje de baño, una especie de boxers holgados con los que disimula su “pequeño asunto”.

Axel sale con un traje de baño similar de su cuarto y los dos se meten a la alberca.

Ulises aprovecha que sus amigos están en la alberca para escabullirse a mi cuarto, cierra la puerta con llave antes de bajarse el short, quitarse la playera y arrodillarse delante de mí.
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