ÚNICA OPCIÓN - CAPÍTULO I

Marcos: De origen latino. Además de su asociación con el dios Marte, se le atribuye significación de valeroso, viril.
Carla: De origen germánico, significa "poderosa" o "la que es fuerte".
Alain: De origen gaélico o alemán. Proviene de “Alun” y hace referencia a un hombre guapo o apuesto.

Marcos
Marcos de algo más de 40 años, era un hombre muy varonil, masculino y muy guapo, ancho de hombros, con pelos en el cuerpo, sin llegar a ser muy velludo. Era de los pocos hombres verdaderamente bisexual, no de aquellos que se casan por razones sociales o incluso familiares. Su ideal era vivir con una mujer y tener relaciones sexuales con regularidad con chicos, preferiblemente bastante más jóvenes que él. Anteriormente había estado casado y la relación fracasó precisamente por eso. Su ex mujer no aceptó sus frecuentes escapadas, aunque nunca supo la naturaleza de esas ausencias.
Por ese fracaso se dijo a sí mismo que no iba a ocultar más su condición en sus futuras relaciones. Tuvo escarceos, acercamientos a muchas chicas y en las primeras citas les confesaba su bisexualidad. Muchas de ellas le decían que eso no era un problema, pero luego resultaba que no había segundas o terceras citas, le ponían algún pretexto o justificación. Pero él no cambió de parecer y seguía sincerándose en las primeras ocasiones.

Carla
Carla era una mujer bella de cara y de cuerpo, a sus 35 años parecía más joven, pelo largo, curvas marcadas en cintura-cadera, buenas nalgas y buenas tetas, que no eran muy grandes, pero sí firmes, que parecían no aceptar el reto de la gravedad. Se casó a los 20 años y tuvo un hijo a quien llamó Alain, pero el matrimonio duró poco. Su marido no sólo le planteó el divorcio, sino que luego se marchó al extranjero y prácticamente no mantenía contacto con ella y su hijo más allá de una o dos llamadas anuales. No le pasaba regularmente la manutención, sólo le hacía alguna transferencia una o dos veces al año, por el cumpleaños del chico o alguna otra fecha significativa como Reyes y nada más.
A ella no le importaba mucho, no hizo demandas legales, se sentía capaz de mantener ella sola a su hijo, primero por su mentalidad fuerte y segura de sí misma y segundo porque tenía un empleo fijo de enfermera con un salario que le era suficiente, manteniendo un control de los gastos que era parte de lo que consideraba necesario para sentirse una mujer libre e independiente. Tenía una vecina y amiga que le ayudó mucho cuando su hijo era más chico y lo necesitaba por sus turnos a veces rotativos y guardias.

Alain
Alain era un chico muy muy guapo de cara y de cuerpo, lampiño, con poquísimos vellos en su cuerpo, de piel muy blanca, cabello castaño ondulado, muy buenas piernas y tremendas nalgas, redondas, firmes. Un día, cuando tenía 8 años de edad, al desnudarse en los vestuarios de las piscinas para ducharse y vestirse, otro chico ...