David es transformado en un esclavo skinhead

David llevaba tres meses siendo el esclavo de Kurt, un skinhead de 35 años con la cabeza rapada, botas Doctor Martens de 20 ojales y tirantes rojos. Esa tarde, Kurt lo había citado en su piso de Vallecas.

"De rodillas, cerdo," ordenó Kurt desde el sofá, encendiendo un cigarro. David se arrodilló inmediatamente, sintiendo cómo el plug XXL de 8 centímetros de diámetro le presionaba la próstata con cada movimiento. El cinturón de castidad de acero le apretaba los huevos, y la sonda uretral de 12mm le atravesaba la polla por dentro, provocándole una mezcla de dolor y placer constante.

"Las botas. Límpiamelas con la lengua."

David se arrastró hasta las Docs negras de Kurt. La lengua le temblaba mientras sacaba la lengua y empezaba a lamer la punta. El sabor a cuero viejo, polvo de la calle y suciedad le invadió la boca. Pasó la lengua por los laterales, tragando saliva mezclada con mugre. Los cordones blancos estaban amarillentos del uso, y tuvo que chuparlos uno por uno mientras Kurt se reía.

"Bien, puto. Ahora abre la boca."

Kurt dio una calada profunda al cigarro y dejó caer la ceniza directamente en la lengua extendida de David. El sabor amargo y caliente le quemó el paladar. Tragó con dificultad, sintiendo cómo bajaba por su garganta.

"Traga, coño. Todo."

Durante la siguiente media hora, Kurt usó la boca de David como cenicero. Ceniza tras ceniza, el esclavo tragaba mientras las lágrimas le caían por la cara. Cuando Kurt terminó el cigarro, apagó la colilla en su lengua.

"Mmmmfff," gimió David con la boca abierta, sintiendo el dolor punzante de la brasa contra su lengua. El sabor a tabaco quemado y ceniza le daba arcadas, pero tragó la colilla entera como le habían entrenado.

"Buen perro. Ahora vamos a dar un paseo."

Kurt le puso un collar de cuero con pinchos y una cadena pesada. "Vas a caminar a cuatro patas por la calle hasta el bar skinhead. Y cuando lleguemos, todos van a saber que eres mi puto esclavo."

Salieron a la calle. David gateaba por la acera mientras Kurt tiraba de la cadena. La gente los miraba con asco y curiosidad. El plug se movía con cada paso, follándole el culo mientras el cinturón de castidad tintineaba. La sonda le rozaba por dentro de la uretra, manteniéndolo en un estado de excitación dolorosa constante.

Llegaron al bar "88", conocido punto de encuentro skin. Kurt entró tirando de la cadena mientras David seguía a cuatro patas. Dentro había una docena de cabezas rapadas bebiendo cerveza.

"Mirad lo que tengo," anunció Kurt. "Mi nuevo esclavo skinhead."

Los sacó al patio trasero donde había más skins fumando. Kurt se bajó la bragueta.

"Hora de mear, puto. Abre."

David abrió la boca mientras Kurt empezaba a mearle dentro. El chorro caliente y salado le llenó la boca. Tragó y tragó mientras los demás skins...