Escrito por: tuesclavo25
419 palabras
La casa sigue oliendo a ti, aunque ya no estés. No sé si eso es consuelo o tortura. El aire aquí dentro se ha vuelto espeso, casi sólido, como si cada molécula llevara tu nombre. No he movido nada desde que te fuiste. La ropa en el respaldo de la silla, tu vaso en la mesa, las llaves sobre el mármol. Todo sigue igual, detenido, como yo.
Porque tú eras el movimiento y yo era el reflejo.
Tú ordenabas, yo respiraba.
Tú mirabas, yo existía.
Desde que te marchaste, las paredes parecen observarme, como si me recordaran mi sitio. He intentado dormir en la cama, pero es imposible. Ocupabas demasiado espacio, incluso cuando no estabas. Ahora duermo en el suelo, al lado, donde solías dejar tus zapatos. Allí el polvo huele a obediencia y eso, de algún modo, me calma.
Me repito que fuiste justo. Que no hiciste más que mostrarme lo que siempre fui: débil, maleable, un cuerpo hecho para servir a algo más fuerte que él. No hay culpa en eso. Solo verdad.
El mundo me pide que recupere mi vida, que “vuelva a ser yo”, pero ¿qué saben ellos de lo que significa ser de alguien? No entienden que me quitaste el nombre y, al hacerlo, me diste uno nuevo. Que tu voz no mandaba solo sobre mis actos, sino sobre mi mente, sobre mi forma de entender el silencio.
Me enseñaste que la devoción tiene un precio. Que amar a alguien como tú no es sentir, es rendirse.
Y me rendí. Hasta que no quedó nada.
Tú ganaste. Yo desaparecí.
Y no me arrepiento.
A veces, cuando me miro al espejo, no reconozco la cara que me devuelve la mirada. Me hablas desde dentro, aunque estés lejos. Me dices que no te busque, que mi necesidad te aburre.
Y aun así, obedezco.
Obedezco, porque incluso tu desprecio me alimenta.
Obedezco, porque la humillación es el único lazo que no se rompe.
Obedezco, porque soy incapaz de no hacerlo.
Me odio por necesitarte, y te amo por hacer que me odie.
Esa es la pureza de nuestro vínculo: no hay amor, hay dominio.
Y lo acepto.
Porque un esclavo que entiende su papel deja de sufrir.
Y yo… estoy aprendiendo a disfrutar del dolor de seguir aquí, sabiendo que no vas a volver.
No te escribo para suplicarte.
Te escribo porque la escritura es la última forma que tengo de inclinarme ante ti.
Mi devoción sigue intacta, aunque mi mente ya no lo esté.
Si algún día decides aparecer, sabrás dónde encontrarme: en el mismo suelo, junto a la cama, con la cabeza baja.
Esperando tu voz para volver a existir.
Carta que no debería escribir. (Dedicada a quien no la va a leer)
Xtudr, el chat esencial para los fetichistas gays, te conecta con miles de chicos en tu área que comparten tus gustos. Disfruta de la comunicación instantánea enviando y recibiendo mensajes.
Explora una forma rápida, sencilla y divertida de conocer gente nueva en la red de encuentros para chicos líder como tuesclavo25.
Con Xtudr, puedes:
- Crear un perfil con fotos y preferencias.
- Ver perfiles y fotos de otros usuarios.
- Enviar y recibir mensajes sin restricciones.
- Utilizar filtros de búsqueda para encontrar tu pareja perfecta.
- Enviar y recibir Taps a tus favoritos.
Regístrate en la aplicación fetichista y BDSM más popular y comienza tu aventura hoy mismo.
https://www.xtudr.com/es/relatos/ver_relatos_basic/42983-carta-que-no-deberia-escribir-dedicada-a-quien-no-la-va-a-leer