Bully en Locktober 14

Ulises lleva diez días en castidad… Enrique doce.

Ulises se para erguido con las piernas abiertas y las manos detrás. Le he quitado la castidad y su verga está bien parada, dura y firme hacia el frente.

El mira hacia abajo, al piso, en una actitud de sumisión perfecta. Hoy se ha portado mal y está por recibir su castigo.

Tomo con mano firme la fusta que me prestó mi tío…le acaricio la cara con ella para hacerlo sentir mi poder…

Le he puesto un collar de perro a la entrada, le coloco un par de muñequeras de cuero en sus brazos - manos a la cabeza- le ordeno y Ulises obedece sin decir nada, le sujeto las muñequeras con unos mosquetones a la argolla del collar que se lo he puesto al revés para que le quede en la nuca.

Ulises queda completamente expuesto con sus brazos abiertos sujetos a su nuca. Le pongo unas tobilleras con argollas y las sujeto con otros mosquetones a un tubo de un metro dejando sus piernas abiertas sin posibilidad de cerrarlas.

Luego le doy con la fusta un azote en cada nalga, su piel se pone roja de inmediato… le tapo los ojos con el antifaz ciego… hoy no sentirá placer, tiene que sentir el dolor de haberme fallado.

Tomo una bolsa de pinzas de ropa y hago una hilera en todo lo ancho de sus pectorales… sigo haciendo la figura de una “T” en su torso poniendo pinzas en su abdomen a la altura de sus pezones, las pinzas van bajando en hilera hasta su cintura haciendo dos filas paralelas, Ulises se retuerce un poco pero no dice nada, asume su castigo con cierta dignidad, con la poca dignidad que todavía le queda.

Hoy por la mañana no se presentó a la mamada de la mañana. No envío mensaje ni dijo nada, Enrique tuvo que llevarme de emergencia a la escuela en su auto para que llegara puntual a la cita.

No me detengo en su cintura, le pongo pinzas en sus huevos haciendo una burbuja de pinzas debajo de su verga…

En la escuela me ignoró; no hubo burlas, ni insultos, ni bullying… en un momento durante la mañana sin que me diera cuenta se acercó a mí y me arrancó la llave de su castidad que traigo siempre colgando del cuello…

Ulises gime un poco cuando siente las pinzas en sus muslos… me cuesta trabajo sujetarlas porque los tiene bien duros… pero me enfoco en la tarea y lo pellizco lo necesario para dejar una hilera de pinzas que bajan de su entrepierna hasta sus rodillas por ambos lados.

El dolor ya es evidente, comienza a gemir, le pongo un bozal de bola que lo hace babear, así quiero verlo adolorido y humillado… así tengo que verlo, adolorido y humillado.

Durante el receso procuré estar por las zonas donde Ulises juega con sus amigos, lo vi en la cancha de basketbal jugando con ellos.

Ulises es muy bueno en los deportes, también es un hombre muy popular en la escuela y las compañeras lo buscan mucho, lo vi coqueteando con Mó...