Bully en Locktober 12

Ulises lleva cuatro días en castidad, Enrique seis…

Hoy ha sido un día normal; me encontré con Ulises en el baño por la mañana y a la salida. Al medio día él, Robert y Alexis me propinaron una buena dosis de “bullying” vaciando mis libretas en el basurero del salón.

Robert me pidió perdón una hora más tarde -perdona Bro, es para aparentar- me dijo; Ulises después de que se la mamé a la salida, mientras volvía a ponerle la castidad me dijo algo como- wey, me sentí mal de tirar tus útiles en el basurero pero es para que el Robert no sospeche nada- en lugar de enojarme me dió risa y me propuse la tarea de espiar a Alexis para encontrarle algún secreto.

Por la noche recibo una llamada

-Wey- me dice Ulises sin saludarme- estoy muy caliente, necesito que vengas a mi casa a mamarme la verga

Desde luego podría ir, decirle a mi tío que me llevara incluso… pero tengo ganas de hacerlo sufrir un poco

-No puedo wey- le respondo- además ahí están tus papás

-Wey, por favor, mis papás no están… estoy muy caliente- me dice- esta chingadera no me deja jalármela cabrón, en verdad necesito que vengas

-Ya te dije que el que tiene el control soy yo- le digo- y quiero que te esperes hasta mañana

-Por lo menos mándame la llave cabrón- me dice- para hacerme una chaqueta

-No, las reglas son las reglas- respondo

-Wey, te lo estoy pidiendo en buen plan- me dice- en serio necesito venirme ya no aguanto. No te estoy gritando ni nada, deberías hacerme el paro-pienso echarle en cara lo de mis útiles en el basurero pero reflexiono, esto no es una simple venganza, es un plan completo de dominio sobre él.

-Yo creo que si tú eres el que quieres la mamada tendrías que venir tú- le digo- además tú tienes coche

-¿Y tu familia ?- me pregunta

-Vivo con mis tíos y no están ahora- le digo- ven y te la chupo

-Pásame tu ubicación- me dice y me doy cuenta de que lo tengo en la palma de mi mano.

Media hora después me manda un mensaje “ya estoy aquí” me dice.

Le pido a Ray y a Enrique que se encierren en su cuarto y los dos entre risas y haciéndome burla se suben a esconder, como un par de chiquillos divertidos por una travesura.

Le abro la puerta, Ulises es otro, lo veo más calmado, pero ansioso… su cara es distinta

-Wey, ¿seguro no hay nadie?- me pregunta

-Cálmate no hay nadie- le digo- y vamos a estar en mi cuarto- añado

Cuando entramos al cuarto cierro la puerta- ponle llave- me dice

-Tranquilo wey, es mi casa y yo sé cómo funciona- le advierto- quítate la ropa.

Enrique no se espera ni un minuto, cuando veo ya está completamente desnudo. Hasta hoy no había tenido oportunidad de disfrutar de la desnudez completa de mi presa.

Tiene un ros...