Numero 1/2

-El problema es que no tengo sitio...
-Yo tampoco.

En ese momento pense que acabaría todo. Como siempre. Aburrido

Pasó un día y llego una notificación. El corazón me latía.

-Conozco un amo que si tiene, pero es a las afueras.

-Me adapto. Lo único que pido es ver una foto de el por curiosidad.

Al rato me mandó otro mensaje con solo foto de la polla del anfitrión.

Me excitaban lo cortos y simples que eran sus mensajes, como si yo fuese algo insignificante para el. Asi me tuvo unos cuantos días, deseando ver una notificacion concretando fecha para el encuentro. No podía parar de sacarmelo decla cabeza. Imaginando mil escenarios.

La polla se me endurecía rapido dejando los calzones empapados de presemen. Decidi no tocarme hasta que llegara el y me dejase hacerlo.

En casa, a solas, en bolas, representaba lo que creía que sería el encuentro. Ataduras, azotes... Simulaba que me follaban.

Como la espera se hacía larga, hice varias fotos en posturas que creía los complacerían y se las mandé. Pretendía acortar la espera, bajar el calenton. Con un cinturón me até inocentemente los pies y las manos con un trozo de cuerda a la espalda. Tirado en el suelo, imaginaba lo que me harían aquellos dos.

-Mira lo que me manda. No para tio. Lo tengo cazado. Te comparto las imagenes.-Siguio escribiendo- Esta un poco verde, eso si. Pero creo con entrenamiento y dandole al coco podremos pasar un buen rato. El hijo de puta no sabe la que le espera. Ja ja ja.

Las fotos fueron la base sobre lo que aquellos dos amos planificaron la sesión que tendrían el siguiente fin de semana.

-Si no te importa te voy a buscar yo en la furgo y tiramos pronto que es muy lejos.

-Ok

Aquel dia llego. Prepare mi mochila, me duche concienzudamente y baje a donde habiamos quedado.

La furgoneta era como de reparto. Espaciosa. Parecía nueva ya que relucía y estaba limpia.

Subi por el lado del acompañante y con un tono natural ,pero seco me dijo:

-¿ Donde vas?

Extrañado le miré, me gustaron sus facciones y cara del monton, diría que incluso amable. Algo pijo. Aun asi me paralice. No pude contestar. Señaló con el pulgar.

-Vas atrás, es tu sitio.

Abrí la puerta corredera y dentro no habían asientos para pasajeros. Me sente encima del pase de rueda, en la carrocería y me así de unas cintas parecidas a las de autobus destinadas para eso mismo.

Dudé unos segundos pensando en si coger y largarme de allí no fuese a pasarme algo malo con aquel extraño, tipo argumento de película. Pero algo me atrajo a seguir con el rollo al fin y al cabo era un puto sumiso traga lefa.

Llegamos a la casa estilo tipica de las afueras, bien cuidada. Oi como se bajaba de la furgoneta. Si bien no podía ver nada a través de la o...