Mi esclavo de gym 2

Tardé un par de semanas en volver a escribirle por telegram. Mi mensaje fue muy escueto:
" Quiero que mañana estés en mi casa a las 8 en punto de la tarde. Compra un collar que te guste pero es indispensable que tenga escrito DOG o SLAVE en él, compra también una cadena larga para el collar y cuerdas…ahhhh y unas 5 o 6 latas de Mahou roja. Te recomiendo no llegar ni un minuto tarde porque si lo haces te castigaré “

Escuché el ascensor un par de minutos antes de la hora, pero no llamó al timbre hasta que eran las 20 horas exactas. Ese simple detalle ya consiguió que se me pusiera la polla dura al instante.

- Pasa, esclavo. Desnúdate entero y espérame de rodillas a cuatro patas en el salón. Voy a meter las cervezas en la nevera (le dije cogiendo una de las dos bolsas que traía) ponte el collar que has comprado, es lo único que quiero que lleves.

Pasó al salón y comenzó a desnudarse mientras le observaba asomándome desde la cocina. Se desnudó con rapidez poniéndose el collar negro que había comprado y que tenía la palabra Slave escrita con unos diamantitos bastante cutres y acto seguido se puso a cuatro patas con la cabeza agachada asumiendo totalmente lo que era. Mi perro.
Tardé en entrar al salón disfrutando de la situación mientras me bebía una cerveza.

- ¿Tienes sed, puta? ¿ Quieres beber algo? Ten cuidado con lo que contestes que como no sea lo que espero te castigaré…

Siguió sin mover ni un músculo mirando al suelo y contestó: "Beberé lo que mi amo quiera que beba en el momento que usted me lo ordene "

-Has tenido suerte porque esa es una buena contestación (le dije sacando la cadena de la bolsa que había dejado en el suelo junto a él) y dando vueltas a su alrededor bebiendo poco a poco mi cerveza.

-Voy a probar si me gusta la cadena (le dije dejando la lata en su espalda, como si fuera una mesa) más te vale que no se te caiga. No me gusta desperdiciar mi cerveza.

Até la cadena a su collar y me alejé todo lo que dio de sí mirándolo fijamente.

-Por fin te veo como lo que eres…¿porque sabes lo que eres, no? Dime qué eres, puta (le exigí)

-Su perro, su puta, su juguete… contestó sin moverse ni un ápice y sin dejar de mirar al suelo.

- Ahora voy a llevarte como el perro que eres, más te vale no tirar la cerveza (le dije tirando de la cadena despacio moviéndole lentamente por el salón. Cuando paré me lo quedé mirando un buen rato y finalmente cogí la lata de su espalda.

- No te muevas (ordené)

Y fui a la cocina a buscar un plato hondo que coloqué delante de él. Después de dar unos tragos le exigí que me mirara. Cuando lo hizo pegué un buen trago que mantuve en mi boca hasta que estuviera caliente. Abrí la boca y escupí lentamente la cerveza en el plato.

-Ya puedes beber, perro.

Me miró sorprendido ...