El Becario 3

-¿Me mandó llamar Don Pablo?- pregunta Ismael visiblemente preocupado.

Por su mente han pasado muchas cosas desde que llegó. Tal vez Don Pablo no tomó a bien lo que pasó el viernes por la noche, estos ricos son a veces caprichosos y raros.

¿Lo correrá?, ¿le advertirá algo?

-Pasa Ismael, buen día- le responde Pablo. Ismael pasa y cierra la puerta detrás de él. Permanece de pie delante de Pablo, Pablo finge que revisa algo importante en el Excel y transcribe unos números que no tienen importancia, es solo el placer de verlo parado delante de él en actitud de sumisión laboral.

Ismael viste ropa de trabajo, una playera, unos pantalones industriales, botas y un casco que sostiene en la mano en actitud de respeto.

-Siéntate, ahora te atiendo- dice Pablo con voz de indiferencia. Ismael se pone más nervioso, se sienta con las piernas largas y grandes bien abiertas en la silla. En la entrepierna se le marca el bulto de aquel grueso sable y sus dos aguacates que Pablo ya se aprendió de memoria. Ismael mira a Pablo y luego desvía la mirada por la oficina, mueve su pierna en actitud nerviosa.

Pablo cierra la laptop en la que finge trabajar y la repliega un poco para poner los brazos sobre el escritorio - estás sobrecalificado para estar en el almacén- a Ismael se le hiela la sangre, lo va a correr y teme que haya sido por aquella “escena” en su casa, no debió lanzarse tanto.

-Ya hablé con los del departamento de personal- dice Pablo, Ismael se aguanta las ganas de rogar para dejarlo terminar- te vamos a cambiar a la dirección, vas a ser mi asistente.

Ismael trata de asimilar lo que Pablo le acaba de decir… no solo no va a correrlo va… va a ascenderlo.

-No entiendo bien qué significa eso, Don Pablo- dice Ismael entre sorprendido y deseoso de escucharlo de nuevo para confirmar

-Significa que vas a trabajar directamente conmigo, asistiéndome en la dirección. Creo que como estudiante de administración, a tu edad necesitas tener una visión completa de cómo se maneja una empresa- Pablo se levanta y le tiende la mano.

Ismael se levanta y le responde con el apretón de manos fuerte que Pablo espera- ¿qué procede entonces?- pregunta Ismael

-Procede que vayas a firmar al departamento de personal y te espero en el estacionamiento, vamos a comprarte un traje- le dice Pablo avanzando hacia la puerta

-¿Un traje?- pregunta Ismael

-En realidad tendrán que ser dos trajes, uno vas a apestarlo muy rápido- dice Pablo

-Pero no tengo dinero ni para uno- dice Ismael

-Tranquilo, consideralo parte de tus prestaciones, no puedo tenerte de asistente vestido así- responde Pablo.

La compra del traje resulta tan excitante como divertida, a Pablo le produce cierto placer comportarse como hermano mayor y llevar a su “pequeño Ismael” a las tie...