Eso me pasa por apostar 00

Te miro con esa sonrisa de cabrón que ya conoces del trabajo mientras apunto hacia el local con luces tenues y música techno que se filtra desde dentro.

"Ya que perdiste la apuesta, maricón, vas a conocer lo que es un bar de verdad" te digo empujándote suavemente hacia la entrada del Leather Den. "Nada de esos garitos de heteros aburridos donde vas siempre."

El portero, un oso con arnés de cuero, nos deja pasar sin problema. En cuanto cruzas la puerta, el ambiente te golpea: hombres con collares, arneses, algunos con correas. La barra está atendida por un chaval con el torso desnudo y pezones perforados.

"Dos cervezas" le grito al camarero mientras te observo tragar saliva al ver el espectáculo a tu alrededor. Un tipo mayor tiene a un chaval joven de rodillas a sus pies, acariciándole la cabeza como si fuera su mascota.

"¿Qué pasa, colega? ¿Te está gustando el ambiente?" te pregunto con ironía, viendo cómo no puedes apartar la mirada de la escena de dominación que tienes justo enfrente. "Esto es lo que hay cuando sales con los chicos de verdad."

El camarero nos sirve las cervezas y me guiña un ojo. "¿Tu amigo es nuevo por aquí?" me pregunta señalándote con la barbilla.


un tio con pijama verde y bata blanca se acerca a mi compañero y negocia con el para poder jugar conmigo


El tipo del pijama verde se acerca con paso decidido, ignorándote completamente mientras se dirige directamente a tu compañero. La bata blanca le cuelga abierta, dejando ver el pijama de hospital y unas zapatillas desgastadas.

"Buenas noches" le dice con una sonrisa torcida, mirándote de reojo. "¿Ese es el juguete nuevo del que me habló Marcus en la barra?"

Tu compañero me mira con esa sonrisa de cabrón que ya conoces demasiado bien. "Efectivamente, Doctor. Mi colega aquí perdió una apuesta y ahora me pertenece por esta noche."

El tipo del pijama te examina como si fueras ganado en subasta, asintiendo con aprobación. "Perfecto. ¿Cuánto quieres por una hora de consulta con él? Tengo mi sala preparada en el sótano."

"Cincuenta euros" responde tu compañero sin dudarlo, extendiendo la mano mientras tú te quedas ahí parado sin entender qué coño está pasando.

El supuesto doctor saca un billete arrugado del bolsillo del pijama. "Trato hecho. Paciente," me dice señalándote con el dedo, "sígueme. Vamos a hacer un chequeo muy especial."

Tu compañero se embolsa el dinero y te palmea la espalda. "Que te diviertas, colega. Yo me quedo aquí tomando copas con tu dinero."

El tipo del pijama verde te agarra del brazo con firmeza. "Vamos, enfermito. El doctor tiene que examinarte por dentro y por fuera."


pero yo pero yo


"¿Pero yo qué, coño?" te corta tu compañero con una carcajada cruel. "¿Ya te estás echando atrás? Una apuesta es una apuesta, mari...