Perrito en: El Apartamento de Klaus - Lección Alemana

Te tiemblan las manos mientras subes las escaleras del edificio de Prenzlauer Berg. El apartamento está en el quinto piso, sin ascensor. Con cada escalón que subes, el corazón te late más fuerte.

Tocas el timbre y se abre la puerta. Klaus te mira de arriba abajo con esos ojos azules fríos que ya conoces de las fotos. Dos metros de alemán puro, rapado, con una barba rubia perfectamente recortada y los brazos llenos de tinta.

"Pünktlich. Gut", dice con esa voz grave que te pone la polla dura al instante. "Rein."

Entras y cierra la puerta con pestillo. El apartamento es minimalista, todo negro y acero. En el salón hay una mesa de cristal con varios frascos pequeños y jeringas perfectamente ordenados.

"Zieh dich aus", te ordena sin más preámbulos.

Te desnudas rápido, con las manos torpes por los nervios. Klaus se queda vestido, cruzado de brazos, observándote como si fueras ganado.

"Knie nieder."

Te pones de rodillas sobre el suelo frío. Klaus se acerca y te agarra del pelo, tirándote la cabeza hacia atrás.

"So. Heute wirst du lernen, was ein echter Mann ist", gruñe. "Mund auf."

Abres la boca y te escupe dentro. El sabor salado te baja por la garganta mientras él se desabrocha lentamente los pantalones de cuero.

"Lutsch", dice sacando una polla gorda y venosa.

Te la metes hasta la garganta, las lágrimas saltándote mientras Klaus te folla la boca sin piedad. Sus manos enormes te mantienen la cabeza fija.

"Braver Hund", murmura cuando le está chorreando saliva por toda la polla. "Jetzt wird es interessant."

Te suelta y va hacia la mesa. Vuelve con una jeringa pequeña y un frasco.

"Arm", te ordena.

Le das el brazo, ya sabiendo lo que viene. El pinchazo es rápido y certero. En segundos, la química te explota en las venas como lava hirviendo.

"Gut so", sonríe viendo cómo se te dilatan las pupilas. "Jetzt bist du bereit."

Todo se vuelve borroso y intenso a la vez. Klaus te empuja contra la mesa de cristal, cara contra el frío cristal. Sientes cómo te escupe en el culo y te mete la polla de una sola embestida.

"Schrei für mich", gruñe mientras te revienta el agujero. "Wie die Hündin die du bist."

Gritas, pero de placer. La química hace que cada embestida te atraviese como descargas eléctricas. Klaus te agarra del cuello con una mano, apretando hasta que apenas puedes respirar.

"Deutsches Fleisch ist das Beste", se ríe jadeando. "Ihr Spanier seid nur Löcher zum Ficken."

Te folla durante horas, cambiando de posición, alternando entre dulce crueldad y violencia pura. Cuando por fin se corre dentro, te deja tirado en el suelo, goteando semen y con el culo destrozado.

"Morgen wieder", dice mientras se viste. "Gleiche Zeit."