NAUFRAGIO VII - Intercambio

A los pocos días llegó otra vez el yate con Edward y Charlie. Después de bajar provisiones y subir cajas de higos y dátiles, Bruno coje a Edward del brazo y se apartan un poco.
• Bruno: “Ya está hablado, Alexis no sólo está dispuesto, sino que le ha gustado la idea de dejarse follar por ti”
• Edward: “¡Cojones, qué buena noticia!”
• Bruno (gritando): “Alexis, ven, acércate”
• Alexis (ya al lado de ellos): “Dime, ¿qué quieres?”
• Bruno: “Nada nene, más que nada digamos que esto es como tu presentación oficial a Edward… pero diferente a como te ha conocido hasta ahora… como tu tercer macho, para que te ocupes de él… como habíamos hablado”
• Alexis (sonriendo pícaramente): “¿Ahora?”
• Edward: “No nene, preferiría hacerlo en mi casa, en mi cama, en mi habitación, verte además en el espejo a cuatro patas, tu pelo suelto y mi polla entrando y saliendo de ese precioso culo que tienes”
• Alexis (cambiando la expresión de la cara): “No, no me iré solo… si quieres voy a tu casa, pero sólo iría si voy con Bruno”
• Edward: “¿Y qué hacemos con Cesar?”
• Bruno: “Lo dejamos aquí con tu hijo… estoy seguro que Cesar se quedará muy a gusto con él”
• Edward: “Y mi hijo también, pero dile que le dé mucha polla, que así esperará por nuestro regreso todo el tiempo que haga falta”
• Bruno: “Pues en cuanto quieras regresar nos vamos los tres”
• Edward: “Espera que hablo con Charlie”
Charlie estuvo muy de acuerdo, miró a Cesar y pensó en el gusto que se iba a dar con ese macho medio asalvajado. Esperó sólo a que su padre, Bruno y Alexis se subieran al yate, empezaran a alejarse y en ese mismo instante se quitó casi toda la ropa quedándose sólo con una tanguita de las que le gustaba usar.
• Charlie: “Mira macho con quien te han dejado, mi padre me ha dicho que te dejara hacer, que te tratara bien”
• Cesar (asombrado de que Charlie fuera tan directo): “Eres muy maricona, ¿siempre usas tanga?”
• Charlie: “Maricona desde siempre, desde que pensé en el sexo me di cuenta que es lo que soy y lo que quiero ser… y sobre las tangas, sí, siempre, me gusta cubrirme mi pollita que no sirve para nada y así no molestar a los machos… y con uno como tú con más razón, no me la voy a quitar, dame polla todo lo que quieras, haz lo que quieras conmigo… todo, incluso pegarme, mira mis nalgas, ¿no te apetece? si te gusta no te cortes que a mí me gusta que me las azoten bien”
• Cesar: “¿Eso desde cuándo?”
• Charlie: “Desde que me regalé a mi padre… sí macho, me gustaba mi padre e hice de todo para que follara, hasta que lo logré un día que se había tomado unos wiskis… pero en medio de todo yo creo que se molestó conmigo por haberle provocado y me pegó, me azotó las nalgas y me gustó”
• Cesar: “Ponte en cu...