NAUFRAGIO V - Interferencia inesperada

A pesar de sus deseos el yate echó su ancla cerca de la orilla y bajaron dos hombres, uno mayor y otro más joven. Bruno, Cesar y Alexis los miraban desde lo alto del torreón. Cesar y Alexis comentaban sobre ellos mientras que Bruno no decía nada, sólo pensaba, rumiaba, analizaba la situación. Al rato decidió bajar.
• Bruno: “Quedaros aquí”
Los dos hombres quedaron estupefactos al verle, estaba completamente desnudo, pelo largo, muy bronceado. Sintieron algo de miedo, pero Bruno les habló pronto.
• Bruno: “Bienvenidos a la isla, soy Bruno”
• Edward: “Yo Edward, soy inglés, pero estuvimos mucho tiempo viviendo en España y luego nos mudamos a una isla no muy lejana a esta… y éste es mi hijo Charlie”
• Bruno: “Encantado”
• Edward: “¿Y cómo has llegado a aquí?”
Bruno mientras hablaba, mientras le iba contando los detalles de la gran tormenta y del naufragio, no dejaba de analizar cada palabra, cada gesto, cada reacción, notó algo de amaneramiento en el chico, pero tampoco le importó mucho.
• Charlie: “¿Y has sobrevivido solo aquí?”
• Bruno (sonriéndoles): “No, no estoy solo, somos tres los supervivientes de aquel naufragio”
• Edward: “¿Y dónde están?”
• Bruno: “Ya los conocerán, pero primero quiero decirles o pedirles algo”
• Edward: “Dígame”
• Bruno: “No queremos irnos de la isla, no queremos volver a la civilización, estamos bien aquí”
• Edward: “¿No?”
• Bruno: “No, estamos bien aquí”
• Edward: “Bueno hasta cierto punto lo puedo entender, nosotros también nos hemos recluido en una isla… pero no estamos en las mismas condiciones… cada semana me llega un barco con provisiones, con cosas necesarias… y yo por lo que veo aquí…”
• Bruno: “No, nosotros no hemos tenido ninguna otra opción, somos sobrevivientes de un naufragio… suerte tuvimos con ese torreón de allí, pero han pasado años y nadie se ha acercado, de hecho, nunca divisamos un barco ni siquiera a lo lejos… pero estamos bien, tienen que prometernos que nos dejarán tranquilos”
• Edward: “¿Algún problema legal?”
• Bruno: “No, le aseguro que ninguno… o no más allá que me alegré de no volver a ver a mi mujer, ya no la soportaba”
• Edward y Charlie: “Jajaja”
• Edward: “Bueno, prometido, guardaremos el secreto”
• Bruno (mirando al torreón y levantando la mano): “Ahora vienen”
Cesar y Alexis salieron y caminaron hacia ellos.
• Bruno: “Éste es Cesar y este Alexis, y estos son Edward y Charlie, ingleses, pero hablan español perfectamente”
• Edward: “Alexis es joven, ¿es tu hijo?”
• Alexis: “En este momento mucho más que mi padre”
• Edward: “Lo entiendo en esta situación…”
Se fueron todos al Torreón, charlaron un buen rato. Les cayeron muy bien a Edward, pero ...