Luna en Cáncer 14

Un hombre me acerca su Verga a la boca y percibo que de ella sale un fuerte olor a pescado. No tengo ninguna opción, estoy ahí para servirlo.

El hombre más bien tímido no se mueve y permite que mame su verga con la poca movilidad que me deja el cepo.

Al fondo sigo escuchando los gemidos de mi papá que resuenan en la sala y se escucha también el fuerte golpeteo de la pelvis de Ricardo contra sus glúteos…

Al otro lado de la sala escucho voces juveniles… mis ojos se han empezado a acostumbrar a la oscuridad y percibo tres o cuatro sombras que dicen algo y se ríen.

El hombre con olor a pescado se sale de mi boca y me embarra su verga húmeda y algo viscosa en la mejilla.

Los chicos siguen hablando y finalmente uno de ellos se acerca - oye putita, queremos rentarte para que nos sirvas allá afuera- dice uno con voz gruesa acariciándome las nalgas

-Tiene que hacer el trato con mis Dueños, Señor- le respondo mientras el chico manosea mi culo y los otros se acercan a mí.

-¿Dónde están tus dueños?- me pregunta el de la voz ronca.

En un timing perfecto mi Papá lanza un grito tremendo- ¡Papi!…. Ahhhh ¡Papi me destrozas!-

-Son los que están gimiendo en la esquina- respondo divertido. El chico de la voz gruesa camina hacia la esquina donde se escuchan los gemidos de mi papá, el resto del grupo lo sigue excepto uno que se baja el pantalón y me pone su verga en la cara.

El chico “juega” conmigo, cuando abro la boca para metérmela se hace hacia atrás riendo, luego me da una bofetada y vuelve a pasearme la verga por la nariz… huele a jabón y a perfume… abro la boca para tragarla y el chico vuelve a retirarla… me da otra bofetada y lo escucho reír.

Me pasea la verga una tercera vez por las mejillas, esta vez no trato de comerla, dejo que el decida… la retira y me agarra de los cabellos, me suelta una cachetada en la mejilla con la palma de su mano y luego regresa la mano a su sitio pegándome en la otra mejilla con el dorso de su mano, se agacha acercando su cara y percibo su aliento a cerveza, me escupe… luego me esparce su saliva por toda la cara con su mano y finalmente me ensarta su verga bien gruesa hasta la garganta.

-Espérate cabrón- dice la voz ronca- no es para ti es para el Germán.

El chico saca su verga de mi boca y Ricardo detrás de mi me libera del cepo y libera mis piernas de su cautiverio.

-A ver puta- me dice- estos caballeros acaban de ofrecernos a tu papá y a mi cuatro cervezas para que te vayas con ellos-

-Es su papá- pregunta una voz

-Si, el es quien aceptó las cuatro cervezas- dice la voz ronca

-Sírvelos bien cabrón o te vas a acordar de mí- me advierte Ricardo poniéndome la correa en el collar de perro y entregándosela a “alguien”.

-Lo quiero intacto cabrones- dice Ricard...