Sumiso y Esclavo

El sumiso habla cuando considera que tiene algo que decir, el esclavo sólo habla cuando el Amo le pregunta.
El sumiso busca su propio placer a través de la sumisión, el esclavo sólo busca el placer del Amo.
Un sumiso termina de obedecer una orden cuando considera que ha cumplido con el trabajo, un esclavo sólo acaba el trabajo cuando el Amo le dice que ha terminado.
Un sumiso se avergüenza de muchas cosas y por eso desobedece, al esclavo lo único que le daría vergüenza sería desobedecer a su Amo.
Un sumiso habla constantemente de sí mismo: me gusta esto, me pone aquello, yo soy esto y aquello, un esclavo nunca habla de sí mismo, la única voluntad que cuenta es la de su Amo.
Un sumiso se pertenece a sí mismo y un esclavo pertenece a su Amo.
No es fácil llegar a ser esclavo, se necesita tiempo, un sumiso con tesón y un Amo que sepa imponer su voluntad, con normas, protocolos y castigos.
Pero la meta es grata, como la cima de una montaña.