Luna en Cáncer 9

Limpio el piso de mi casa con un trapo grueso que sumerjo en una cubeta con jabón. Es un trabajo interminable, el recibidor de la casa me parece inmenso… me falta la mitad y estoy que ya no puedo…

Estar desnudo ya es lo de menos, llevo dos semanas desnudo y en cierta manera ha perdido esa sensación humillante que tenía al principio… supongo que así se siente ser un esclavo, los demás perciben mi desnudez y yo ya estoy acostumbrado a ella.

-Hoy te vamos a denigrar aún más- me dijo Ricardo hace unas horas, mirándome desde arriba. Yo estaba arrodillado ante el con las manos detrás por orden de mi papá. Escurría meados porque Ricardo me despertó con sus orines…

-Hasta ahora has estado muy cómodo como la mascota de la casa- continuó diciéndome Ricardo- ya es tiempo de que sirvas de algo, he platicado con tu papá y creo que mereces pasar esta semana siendo nuestro esclavo.

Mi cuerpo está completamente desprovisto de pelo, Papá ha dedicado dos horas a rasurarme de las cejas hacia abajo. No tengo pelo en los brazos, ni en las piernas, mi verga parece la de un niño y mis nalgas las de una chica.

Papá me ha puesto un collar de perro después de enjuagarme con agua fría, desde que comenzó a rasurarme me mantuvo con las manos atadas en la espalda… me vendó los ojos para que pudiera ver “la sorpresa” de mi cuerpo sin pelo en el espejo cuando terminara. Solo me desató para rasurarme las axilas.

Meto el trapo en la cubeta y lo remojo bien, lo saco y me apoyo en los codos para exprimirlo… mis brazos me duelen y están cansados, mi espalda más… pero el mayor dolor que siento es en mis huevos.

Papá me mostró el aparato con el que me los tiene apretados: una tabla larga que se abre a la mitad, con un espacio muy pequeño para mis testículos. La tabla me los jala y se sujeta a mis piernas por detrás

-Este artefacto se llama “humbler”- me dijo mostrándome como se abría y como se sujeta con un pequeño gancho que lo mantiene cerrado- tomaste clase de inglés así que sabrás que humbler significa “más humilde”.

El humbler no me permite incorporarme porque me jala los huevos. Tengo que permanecer a cuatro patas mientras limpio el piso… tampoco puedo extenderme mucho así que tallo el piso por pedazos cortos… mi trabajo se hace más largo y cansado.

Junto a la puerta está la rama de madera con la que mi papá me pegó el primer día, cuando pasé de ser hijo a ser su perro… es un recordatorio de lo que puede pasar si el piso no está limpio cuando bajen.

En el piso de arriba a ratos escucho gritos y el golpeteo constante de la cabecera de la cama de papá contra la pared -¡Papi!… ¡Papi!- lo escucho gritar y me lo imagino con las piernas abiertas recibiendo las embestidas de Ricardo… casi me puedo imaginar su cara de placer y su cuerpo moverse al ritmo que marca Ricardo…...