Luna en Cáncer 4

No sé qué hora es, pero por el sol puedo mas o menos intuir que pasan de las cinco. Papá me ha dejado sin comer… no voy a rogarle si es lo que quiere… puedo pasar el día entero sin comer… se ha terminado el agua… y he tenido que mear de rodillas porque la cadena con la que me dejó amarrado al tubo no da para que me levante… mis meos apestan hasta aquí… 
La puerta suena, papá sale a abrir. Desde la puerta si alguien pone atención puedo verme desnudo, me cubro los genitales y me quedo arrodillado… es una pizza, no sé si el chico que la trae me ha visto o no… está cubierto con una gorra… 
-Olvidé el dinero, pasa y espérame aquí afuera- dice mi papá… el chico pasa y yo no me atrevo a mirarlo, bajo la mirada y escondo mi rostro. Papá se mete a la casa y nos deja ahí, solos… escucho la respiración del repartidor detrás de mí… trato de apretar las nalgas para que no se me vea el culo. 
Papá regresa y le paga al repartidor, escucho que el chico le da las gracias, avanza corriendo a la puerta… Papá se va al fondo del patio y toma un banco… pienso que me lo pondrá como mesita para que coma al menos, pero se sienta en ella, delante de mi, a suficiente distancia para que no lo alcance. 
Pone la caja de pizza en el piso, la abre… salivó mirando la pizza… en verdad tengo mucha hambre… Papá se levanta y regresa a la casa, vuelve con una botella de cerveza… toma un pedazo de pizza, lo come, se recarga en la pared para mirarme. 
Tengo dos opciones, me giro y lo ignoro y como hasta que mi mamá regrese de viaje en un mes… o le pido perdón y le pido que me dé de comer. 
No hago ni una ni otra, papá me ha tratado como a un perro… así que hago lo que hacen los perros: hincado con mis nalgas sobre los pies, el pecho levantado y las manos entre mis piernas lo miro comer. 
Nuestros ojos se encuentran, el mastica yo lo miro… papá sonríe… la primera sonrisa en todo el día. Corta un pedazo pequeño de su pizza y me lo avienta a la cara… lo agarro con la boca en el aire… mastico… ahhhhh… que delicia… en verdad me hacía falta… mastico mucho para que no se acabe… pero es un pedazo pequeño y se acaba pronto… vuelvo a mirarlo… ughhh es tan humillante… papá me avienta otro pedazo y lo agarro con la boca nuevamente… mastico mirándolo de frente esperando que se avergüence por tratarme así… pero miro el efecto contrario… lo está disfrutando. 
Papá agarra otro pedazo y lo come, lo miro comer casi completo… sé que tengo que dar otro paso…. Me pongo en cuatro y muevo la cola… 
-Muy bien, vas aprendiendo- me dice lanzándome un pedazo grande que cae al piso, lo voy a agarrar con la mano 
-¡Sin manos! Como perro- me aclara
Tomo el pedazo con mi boca y lo llevo al edredón, ahí lo voy mordiendo y arrancándole pedazos como puedo, como, es difícil masticar agachado… levanto la cara para masticar, mi papá ...