Ya había pasado varios años, pero Andrés y Lucio seguían con el fuego encendido. Andrés follaba mucho más con Lucio que con su mujer, que por suerte con el tiempo se había vuelto cada vez menos demandante sexualmente. Ambos eran muy morbosos y cuando no era uno, era el otro, quien introducía alguna variante, o compraba algo por internet, no sólo juguetes, dildos, plugs, bolas anales, jaulas cada vez más chicas de castidad, sino también ropita de puta, tangas, bragas, medias, tacones. Lucio sustituyó su cama de 135 cm por un canapé abatible de 150. Dentro guardaba todo eso, además era más grande y le venía mejor para follarse a Andrés. Cada vez era más frecuente que éste se corriera sin tocarse y eso enorgullecía a Lucio.

Andrés se seguía ocupando de todo en el estudio de Lucio. Lo mismo cuando cocinaba él, que cuando cocinaba Digna, le llevaba comida en un táper. Limpiaba el suelo, quitaba el polvo, le fregaba los platos, le cambiaba la ropa de cama, le lavaba la ropa, todo. Lucio no se ocupaba de nada de eso. Una vez viéndole limpiar se lo ocurrió una idea, no le dijo nada, pero a los pocos días recibía por internet un trajecito de sirvienta, de porno-chacha, un “maid-costume”. No lo compró barato, lo compró muy completo, incluso con variantes. Cuando lo recibió, llamó a Andrés, con el pretexto de habérsele derramado una cerveza en el suelo, cosa que hizo intencionalmente.
• Lucio (cuando Andrés entraba por la puerta): “Entra, pero antes de hacer nada te tengo un regalito”
• Andrés: “Pero… ¿no quieres que quite ese charco del suelo primero?”
• Lucio: “No, toma, ponte esto antes”
• Andrés (entendiéndolo todo de inmediato y entrando en su morbo): “¿Y eso otro que tienes allí también lo vas a usar?”
• Lucio: “¿Qué dices? ¿mi cinturón?”
• Andrés (vistiéndose rápidamente): “Sí, se dice que muchas veces los señores les pegaban a sus sirvientas”
• Lucio: “No lo tenía ahí para usarlo… pero si la criadita lo quiere para meterse más en su papel… toma zorra”
• Andrés (poniendo cara de tonta): “Ay, ay, mi señor, pero ¿qué he hecho mal?”
• Lucio: “Nada, más bien lo que no has hecho, aún no has limpiado la cerveza”
• Andrés: “Es que no me ha dado tiempo mi señor”
• Lucio: “Pero si no te gusta que te pegue pues te marchas”
• Andrés: “No mi señor, que necesito el trabajo, que mi marido se ha quedado sin trabajo, lo echaron por estar siempre bebido”
• Lucio: “¡Ah! ¿sí? pues para llevarle dinero al borracho me tendrás que obedecer a mí en todo”
• Andrés: “Sí mi señor, mire me levando la falda para que siga pegándome si quiere”
• Lucio: “Toma zorra”
• Andrés: “Ay mi señor, si mi marido me diera como usted… porque no me pega, pero tampoco me da polla”
• Lucio: “Entonces además quieres ...