Llegaron y se colocaron uno al lado del otro en los urinarios. En ese momento no había nadie más en el baño.
• Andrés (mirándole el chorro): “Te voy a pedir que no te la sacudas, que me dejes hacerlo a mí… a menos que llegue alguien”
• Lucio (sonriendo): “¿No puedes parar nunca? ¿ni una noche?”
• Andrés: “Casi que no, estando tú al lado me cuesta contenerme”
• Lucio: “Bueno dale, que ya terminé, pero sólo sacúdela, no te pongas a chupar aquí”
• Andrés (sacudiéndosela): “Vale, vale… me gusta hasta sin empalmar”
• Lucio: “Pues para ya, que sino…”

Lucio va a los lavamanos, se acerca a uno y se pone a lavarse las manos. Andrés se mantiene de pie a unos pasos detrás de él, que lo mira por el espejo.
• Lucio: “¿No te vas a lavar las manos Andrés?”
• Andrés: “No… no me quiero quitar el olor a tu polla”
• Lucio: “¡Qué guarro eres!”
• Andrés: “Ya verás como en cuanto empiece con el primer plato me chupo los dedos”
• Lucio: “Ese morbo tuyo me pone a tope, pero seguro que a Digna no le va a gustar esas maneras”
• Andrés: “Algo me dirá, pero no importa”
• Lucio: “Sabes que esto es parte del plan de llevarme lo mejor posible con tu mujer, quiero tenerla de mi lado siempre, vivimos muy cerca, no puedo darme el lujo de la más mínima tensión con ella”
• Andrés: “Y lo haces muy bien, ya lo has logrado, está muy entusiasmada, tiene la mejor opinión que se pueda tener sobre ti”
• Lucio: “Oye, no te lo he dicho hasta ahora, porque no quería hacerlo delante de ella, pero estás muy guapo, me gusta como te queda ese pantalón, te marca el culo y con esos mocasines deja parte del tobillo visible… y ya ese color rosado del polo…”
• Andrés: “Lo rebusqué en el armario, busqué ese color para ti”
• Lucio (riéndose): “Para de alguna manera insinuar sutilmente que eres marica”
• Andrés (sonriendo): “Sí, además sabía lo que te ibas a poner, no quería competir, quien se tenía que vestir como un señor eres tú”
• Lucio: “Y lo has conseguido en su punto justo, sin dar el cante, has conseguido un punto de maricón”
• Andrés: “Gracias macho, es lo que buscaba”

Regresaron a la mesa, llegó el camarero quien hizo la comanda. Lucio pidió una botella de un buen vino y a partir de ese momento todo transcurrió sobre ruedas, todo era servido en el momento preciso, ni muy pronto ni muy tarde. Se notaba que era muy buen restaurante. En cuanto pusieron unos entremeses que ponían como cortesía de la casa, Andrés mirando fijamente a Lucio a la cara, cogió una loncha de jamón, se la llevó a la boca y se chupó dos dedos. Digna sencillamente lo miró inquisitivamente pero no dijo nada. Luego llegaron los primeros y segundos platos, todos estaban muy satisfechos y especialmente Digna, que esta...