El aire entre Kael y Liam vibraba con un silencio denso, cargado de todas las preguntas no formuladas por el joven. Liam sentía su mente una nebulosa, un lienzo en blanco listo para ser impregnado por la sabiduría que emanaba de Kael. La mirada profunda de Kael, que había escudriñado hasta los rincones más recónditos del ser de Liam, ahora se suavizaba ligeramente, como el sol que emerge tras la tormenta, prometiendo claridad. No era una mirada de juicio, sino de profunda comprensión, de quien ha visto innumerables almas desnudas ante él.

"Liam," la voz de Kael resonó, no como un eco en la vasta estancia, sino como una vibración directamente en el pecho del joven, "dices 'no sé'. Y esa, precisamente, es tu puerta. Tu pureza, tu falta de conocimiento preconcebido, te convierte en el receptáculo ideal. No eres un recipiente vacío, sino uno abierto, sin las adherencias y las cargas que a menudo limitan a quienes creen saberlo todo."

Kael avanzó un paso más, su presencia imponente llenando el espacio sin abrumar. "El Poder Negro, como tú lo percibes en este instante, no es simplemente una cuestión de pigmento, Liam. Es la esencia de la resistencia, la fortaleza forjada en milenios de adversidad, la sabiduría que nace de la resiliencia. Es la capacidad de ver más allá de las apariencias, de sentir el pulso de la tierra bajo tus pies, de conectar con una linaje de supervivientes y creadores. Es el dominio sobre uno mismo, una disciplina nacida de la necesidad de sobrevivir y prosperar contra viento y marea."

Liam sintió un escalofrío que le recorrió la columna vertebral, no de frío, sino de reconocimiento. De repente, las miradas de Kael no solo lo veían, sino que le transmitían una historia, una vivencia que su propia existencia jamás había tocado. Kael, con un gesto lento y deliberado, extendió una mano, no para tocarlo, sino para señalar un punto más allá de Liam, hacia una ventana que revelaba el cielo nocturno salpicado de estrellas.

"¿Por qué tú, Liam, preguntas? Porque el Poder no reside en la similitud, sino en la tensión de los opuestos. En el choque de la luz y la sombra, la blancura y la negrura. En tu desnudez de experiencia en este ámbito, existe la oportunidad de una verdadera inmersión, de una transformación auténtica. No busco un reflejo de mí mismo, sino un alma dispuesta a aprender a sentir el poder en su forma más pura y elemental, a despojarse de las ataduras superficiales y a encontrar su propia fuerza en la rendición a una comprensión más profunda."

Los ojos de Kael volvieron a posarse en Liam, su mirada ahora no solo intensa, sino invitadora, como un faro en la oscuridad. "Tú eres el crisol, Liam. La materia prima maleable que, al ser expuesta a esta energía primigenia, puede forjar algo completamente nuevo. Es el debate no de palabras, sino de almas. ¿Estás dispuesto a sentirlo, a dejar que te moldee?"