Damian tenía 10 años más que yo. Tenía un rango bastante importante dentro de la empresa pero siempre un trato amable con los empleados casi de igual a igual. Creo en parte porque también su novia era empleada y no quería hacer la diferencia.
Eran como una de esas parejas que vienen con los portarretratos una imagen perfecta, edulcorada y una sonrisa de publicidad de pasta dental.
Por eso el juego me generaba mucho más morbo. Damian era el estereotipo de cualquier comedia romántica para el mundo pero conmigo exploraba su lado más oscuro.
El primer día después del encuentro en el bañó me pidió que lo acompañe a ver unos clientes. Lo fui a buscar a su oficina y de ahí salió su novia con una gran sonrisa.
Fuimos a su auto, se sienta y se baja el pantalón. Tenía la pija dura.
Me agarra de la nuca y me baja la cabeza. El sabor era distinto al del día anterior y estaba húmeda.
Mientras chupaba me decía
_Quiero saber que tan cerdo sos ¿Te gusta el sabor?
_ujum _asiento con la boca llena.
_Me folle a mi novia pensando en vos. Acabo 3 veces y yo no pude por tener que venir a ver al cliente así que vas a tener que tomarla toda vos.
Yo me puse como una moto y se la chupe con más dedicación. De lado, lamiendo, garganta profunda.
Por momentos la tragaba toda y sacaba un poco la lengua para mojar sus huevos.
La verdad que el empeño funcionó porque acabó tanto que no alcanzaba en mi boca.
No trague todo. Me levanté y le mostré un poco de su leche en mi boca. El se rió y me escupió. Yo trague con fuerza.
Me hizo bajar del auto y volvimos a la oficina.
Entro primero y me siento en el escritorio y Raúl me pregunta cómo me habia ido, que era muy importante que Damian me lleve a ver clientes y esas cosas.
Al rato viene Damián con dos botellas y me dice. Te la ganaste, el cliente quedó muy contento.
Me da una y destapa la suya. Las chocamos para brindar y cuando la pruebo era su meo. Abrí los ojos con sorpresa y el sonrió mientras le contaba a Raúl de lo bien que lo había hecho.
Tomo coraje y tomo todo de un golpe y le doy la botella "Gracias Jefe! Tenía sed"
El se ríe y me dice. No me digas jefe