Escrito por: obedisex
729 palabras
Yo estaba lleno de sus meos por fuera y por dentro, ufff, me excitó muchísimo ser su wáter.
Me duché, me vestí y él estaba en el salón, desnudo, como en su casa, tirado en el sofá. Le dije si necesitaba algo y me dijo que pronto llegaría su amigo. Y así fue, al poco llamaron al interfono, subió, y le abrí la puerta, era un tío sin más, de unos 40 años como su amigo, y solo llegar se rio de su amigo…
- Ja ja ja, tío donde te metiste?, me alegro te hayan encontrado.
El amigo, aunque le hablaba inglés, no lo era, se notaba por el acento, hablaba español también.
No sé su nombre, refiriéndose a mi, dijo, pero hemos estado follando, es un gran come pollas.
- Cómele la polla a mi amigo zorra.
- No, tranquilo, ya me corrí dos veces anoche. No hace falta. Pero un masaje de pies sí que me vendría bien….
Se sentó en el sofá, se quitó las sandalias, les traje dos cervezas y empecé a comerles y masajearles bien los pies. Ummm, sabían muy bien, sobre todo los del amigo, que llevaba todo el día haciendo el turista. Les miraba, arrodillado ante ellos, a los ojos con sus dedos de los pies en mi boca, y notaba el bulto en el pantalón de su amigo, estaba deseando me dejara comer su rabo.
Es cuando me enteré de sus nombres, por lo que hablaban, al que recogí se llamaba Ryan, y el amigo Diego.
- Perro, cómeme los huevos, me dijo Ryan.
Al mismo tiempo Diego se quitó los pantalones y los calzoncillos y me mostró su verga morena y unos huevos más oscuros todavía. Yo me hubiese lanzado, pero obedecía órdenes. En seco, Diego, me cogió de una oreja y me acercó la boca a su rabo, uffff, lo estaba deseando, se la comí con gran placer, su polla y sus huevos, mientras masturbaba a Ryan con mi mano.
Ryan, me quitó la mano, empezó a meneársela él, se notaba quería correrse, me cogió la cabeza y me metió el rabo que estaba a punto de estallar de semen, y así fue, desde que empezó a gemir con su rabo en mi boca hasta que empezó a escupir leche en mi garganta pasó un buen rato, y no dejó de soltarme la cabeza hasta que dejó de palpitarle la polla. Me tapó la nariz con los dedos, para que automáticamente abriera la boca y pudiera ver aún algo de su semen en mi boca, me escupió dentro, mezclándose su leche con su lapo y tragué, lo que les provocó una carcajada.
- Menuda puta has encontrado macho!!!, dijo Diego en un perfecto español.
Diego dijo que fuésemos hasta la cama, que se había calentado mucho, y los tres fuimos a la habitación, Diego la tenía dura como una piedra, era verdad estaba muy caliente.
- Perro, me voy a follar a mi amigo, cómele bien el ojete para dilatárselo.
Me quedé algo perplejo, pero obedecí por supuesto, el culo de Ryan sabe delicioso. Mientras le trabajaba el ojete con mi lengua, ellos dos se morreaban de forma muy lasciva, uffff, me tenían a ...