Ha pasado mes y medio desde la visita de los jóvenes a la oficina de Cortez. Arno y Alexander han sabido trabajar en equipo para cambiar ante los demás su imagen pública.

Aunque ante sus amigos Alexander sigue siendo una puta, el propio Arno les exige que lo traten con respeto y en ocasiones hace que lo acompañe a fiestas enseñándole a comportarse como un alfa.
A los ojos de los demás Alexander es ahora su protegido y lo ayuda a tener amigos y a comportarse como “machito”.

Pero en la intimidad la dinámica sigue, Alexander continúa sirviéndolo en privado: limpiando, haciendo sus tareas, mamando su verga y recibiendo sus humillaciones.

Aunque Cortez recibió una segunda queja, el comportamiento de los dos roomies hizo ver aquella denuncia como un chisme envidioso por la facilidad con la que Alexander se integraba al grupo de amigos blancos de Arno.

Esta noche Arno regresa cansado de su entrenamiento, desde hace algunas semanas el Amo blanco ha entrenado a su esclavo para que se arrodille en cuanto lo vea cerrar la puerta. Alexander se levanta de su escritorio en dónde ha estado haciendo una lectura y se pone de rodillas con las manos detrás y la cabeza agachada.

Espera a que Arno le indique que puede seguir con su trabajo, como es costumbre, pero hoy Arno no se lo permite. Lo deja esperando de rodillas mientras entra al baño- ¡ven aquí esclavo!- le ordena y Alexander avanza a cuatro patas hasta el interior del baño.

Arno está sentado en el retrete, el olor en el baño es fuerte- quítame los zapatos y dame un masaje- le ordena el Amo a su esclavo que de inmediato le despoja de los tenis y los calcetines. El olor de los pies de Arno es muy penetrante, Alexander sujeta su pie derecho y comienza a masajearle la planta aguantando el mareo que le produce el olor de todo lo que sucede dentro del baño.

-Con la lengua esclavo- quiero que me lamas los pies- le dice poniéndole el pie izquierdo en la cara. Alexander sostiene el pie con la mano y comienza a lamer su planta.

Las plantas de los pies de Arno son rasposas y su olor es tremendo, Alexander sin embargo le da unas buenas lamidas mientras Arno sigue cagando y revisa su celular con el rostro calmado.

Cuando su planta ha quedado bien húmeda le tiende el otro pie y el esclavo le regala lengüetazos largos, humedeciendo y consintiendo su pie.

Con un ojo al celular y el otro al esclavo va bajando su pie haciendo que Alexander baje la cabeza con él, posa su pie en el piso y Alexander le lame el empeine completamente postrado en el suelo, el empeine del pie de Arno huele aún más fétido que sus plantas.

Con veneración le pasa la lengua entre los dedos, aspirando en todo momento el aroma de macho de Arno.

Un mensaje sorprende al Amo - Meyer quiere vernos en el piso de arriba- le dice a su esclavo- métete a bañar.

En segundo...