El cuarto de Rodian tiene un balcón que da al jardín. Después de obligar a Adán a bañarse con agua fría, Alfonso lo lleva de la correa hasta el jardín y con dos cuerdas le ata las manos a los barrotes del balcón.

Luego le cubre los ojos con un pañuelo que sujeta fuerte a su cabeza. Adán queda amarrado con los brazos extendidos hacia arriba completamente desnudo.

Con un plumón marcador le escribe en el pecho “puto corrneador” el timbre suena minutos después, Alfonso entra a la casa y Adán escucha las conversaciones acercarse, no son dos hombres hablando, sino tres.

Alfonso sale al jardín acompañado de Oliver, un muchacho moreno, fornido y muy alto de veintitrés años. También viene Bernardo, un rubio riquillo vestido de suéter y pantalones muy caro, tiene veinte, es de cabellos cafés y piel clara. Bernardo usa lentes y ese aditamento le da a su imagen un aire interesante.

Oliver y Bernardo se paran de pie frente a Adán, el bailarín puede sentir sus miradas aunque tiene los ojos cubiertos, estar desnudo y expuesto con las manos atadas lo hace sentir vulnerable y lo llena de miedo.

Alfonso trae de la cocina varias cervezas y unos platos con botana.

-¿Trajiste lo que te pedí por mensaje?- le pregunta Alfonso a Oliver, Oliver saca de una back pack un par de guantes de box- Perfecto ¿quién empieza?

Adán no entiende lo que está pasando, pero escucha que se mueven alrededor de él y que se están preparando- te recomiendo poner duro el abdomen perro- le dice Alfonso escupiéndole en la cara

Oliver lanza una carcajada - ¿puedo yo también?- le pregunta a Alfonso

-Todo lo que quieras- le responde Alfonso y Oliver le lanza dos escupitajos, uno le cae en la frente y otro en la boca - abre la boca- le ordena Alfonso apretándole la mandíbula, Adán obedece y Oliver le escupe dentro de la boca. Los tres verdugos lanzan una carcajada

-Tu turno Bernardo- le dice Alfonso sosteniendo la mandíbula de Adán

-No sé escupir- Se excusa Bernardo

-Bueno, entonces yo lo hago por ti- dice Oliver tapándose una fosa nasal y haciendo mucho ruido con la nariz, le escupe una tremenda flema que cae dentro de la boca de Adán- traga- le ordena Alfonso y Adán obedece.

Bernardo trae los guantes de box puestos, se coloca frente a Adán y comienza a golpearlo en el abdomen, Adán gime por la sorpresa del golpe y tensa su abdomen, es un abdomen muy duro y bien marcado, Bernardo además es el menos fuerte de los tres.

Alfonso sostiene el cuerpo de Adán por la cintura para que no se mueva, como si sostuviera un saco de box. Adán respira agitado y responde a los golpes con gemidos ahogados

-Mi turno- le dice Alfonso, Bernardo se quita los guantes y los intercambian, después de golpear guante contra guante le dice a Adán- ponte duro perra- Alfonso es más rudo pegando, li...