Fue un año más tarde cuando pase unas vacaciones con mi primo Ernesto en casa de mi tío de Almería.
Una noche que mi primo y yo habíamos fumado María le conté al detalle la escena de mi hermano.
Nos venimos arriba y mi primo que me sacaba dos cabezas, el era muy grande y yo más bien pequeño para mi edad, además yo recién cumplidos los 16 años y mi primo casi 18 años.
Ernesto se atrevió a decir, ¿jugamos? A qué pregunté. Ya lo sabes gilipollas y añadió tu te desnudas y yo te zurro.
La reacción de mi polla fue inmediata.
Mi primo se percató y dijo entre risas, te estás empalmando cabron.
Respondí si un poco y me salió una carcajada. La Maria hacia su efecto.
Mi primo dijo yo también se me pone palo la chorra.
Ya veo dije y otra carcajada.
De repente mi primo se me hecho encima y me forcejeo entre risas y juego.
Eso me puso a mil y el cabron de mi primo consiguió bajarme el chándal y cogerme de los huevos.
Dijo eres mío ahora, le segui el juego entre risas y dije cabron duele, Ernesto apretó más fuerte y dijo te tengo en mis manos.
Vas a obedecer, si cabron respondí.
Apretando aún más fuerte dijo, te voy a soltar y te vas a bajar lis gallumbos, que si replique.
En realidad lo estaba deseando.
Me soltó los huevos y me baje delante de mi primo el boxer. mi polla salió como un resorte.
Buena polla dijo Ernesto, gracias primo respondí.
Me colocó sobre sus piernas como un niño y mientras me azotaba mi polla daba sacudidas y chorreada sobre su pierna.
Ernesto dijo, te gusta cabronazo, si me gusta primo.
Me dio tal paliza que apenas podía sentarme.
Me dejó desnudo en su cama se desabrocho su vaquero y sacó su polla. ¿Quieres probar?
Yo estaba tan excitado y sumiso en ese momento que baje la cabeza y respondí si primo.
Ernesto se acerco a mi de rodillas y mi boca se fue hasta su polla.
Esa fue la primera polla en mi boca y el primer castigo de mis nalgas.
Increíble que fuese con mi primo de casi la misma edad.
Por supuesto no fue la última, mi primo se aficciono y fue subiendo de tono en cada quedada en su casa.