VIDA DE PUEBLO (I)
Antonio le contó como en un rato vendría un amigo suyo Amo que había tenido una idea y que iban a realizar una madrugada. Era una especie de caza del sumiso. Iban a venir varios Amos y sumisos. Todo aquel Amo que acuda puede aportar su sumiso o simplemente acudir solo. Los sumisos pueden venir con su Amo, sin él o solos, pero si acuden deben participar y poder ser capturado y, por supuesto, ser usado por quien le captura o por quien él determine.
Suena muy interesante, pero pensándolo fríamente, no se si muy realizable---- dijo Aitor.
Mi amigo lo tiene todo pensado. Como mi granja está aquí al comienzo del bosque, lo usaríamos como base para alojarse todos y la carrera/caza sería por el bosque que hay pasando mi granja y sin salirse del bosque seguir por el siguiente y atravesar si se quiere el poblado abandonado que hay más allá. Una distancia no mayor de 5 kms desde la granja. Los participantes los conoce él y son todos fiables. Aparte se haría solo de noche, si alguno de los participantes no vuelve antes que se haga de día, si alguien les ve pues si son los Amos no pasa nada porque pueden decir que están de paseo y si son los sumisos y van desnudos, la vergüenza la pasarán ellos. Todos irán con el móvil en un brazalete en el brazo donde recibirían el aviso para empezar a bajar.
Entonces ya veo que lo tienen todo pensado, es muy morboso. ---- respondió Aitor.
Bueno, con todo el polvo ni me he presentado, me llamo Antonio, tú ya se que Aitor porque te conozco de siempre del pueblo y conozco a tu familia. Como habrás intuido aparte de ser activo soy Amo, perdona si he sido brusco. He disfrutado mucho del polvo, si quieres repetir ya sabes dónde estoy. De todas formas, si quieres te puedes quedar el fin de semana y si me dejas forma de contactarte te puedo avisar para la caza/carrera.
Encantado Antonio. También te conocía, pero el nombre de pila no me le sabía. Sobre lo de Amo, entre tu forma de comportarte y lo que me has contado lo había intuido. Ahora mi parte, yo no solo soy pasivo, soy también sumiso, creo que mi mente lo es cada día más, pero para que esa parte se agrande necesito mucha confianza. Contigo he estado muy cómodo y si quieres podría empezar a aprender contigo. O sea, con Usted.
Entonces participarás en la carrera. Ahora cuando venga mi amigo te presentaré a él. Dices que eres muy sumiso con lo que creo que te sabrás comportar.
Estuvieron un rato más charlando cuando llamaron a la puerta. Antonio salió a abrir advirtiendo a Aitor que se quitase de la vista. Era Javier, el otro Amo. Cuando entró vio que estaba Aitor desnudo y que este se puso con las manos en la nuca y las piernas abiertas.
Javier se acercó y le dio un tortazo en la cara que a Aitor sorprendió pero que le hizo excitarse. Javier le dijo a Antonio que el sumiso tenía mucho vello y si le permitía retirárselo. Antonio aceptó. Colocaron a Aitor en el patio en...