Soy dibujante de cómic manga, normalmente heterosexual, pero va a llegar el día del orgullo y me piden algo gay. No conozco ese mundo. He estado visualizando porno gay pero no me inspira. Me propongo a imaginar escenas de mi vida y se me viene en mente el día que conocí a mi suegro. Él es mecánico. Mi chica me llevó al taller y ahí estaba él con su mono azul abierto totalmente. Dejaba a la vista su torso y su abdomen peludos. Se le veía el pubis frondoso hasta el nacimiento de un pene grueso. Me puse a dibujar la escena.
Era de noche y estaba en casa de mis suegros pasando las vacaciones. Todos dormidos y yo dibujando en el patio de la casa. De repente, veo que la luz de la cocina se enciende y que mi suegro entra totalmente desnudo. Es un hombre robusto 1, 85 de estatura, fuerte y muy velludo y lo que más me sorprende es su pene, grueso y grande, casi el doble que el mío flácido; podría ser todo un ídolo en el mundo gay. Es un hombre maduro, en la cincuentena todavía, pero de muy buen ver. Yo dibujo esbozos de lo que voy viendo, se me está ocurriendo una idea para mi cómic. Se asoma al patio y se acerca a mí con toda la naturalidad de su esencia heterosexual. Me puse nervioso; como le explico que estoy dibujando su cuerpo desnudo. Escondo mis papeles. Se acerca a mí y me pregunta por qué escondes eso?. Ya estás dibujando guarradas de las tuyas?. Me río nervioso y noto como me voy poniendo colorado. El muy cuco cambia de conversación y, cuando me relajo, me coge los papeles y, muy serio, me pregunta: esto qué es? Yo balbuceo que es un proyecto nuevo, un cómic gay. Y se empieza a reír. Me vas a hacer protagonista? Le dije que sí, pero que si le molestaba... no me dejó terminar. Me dijo que él encantado, que le dibujara desnudo así más de cerca. Hago un esbozo y se lo enseño. Le gusta. Estoy recogiendo mis papeles y se me acerca, me agarra fuerte un glúteo y me acerca a él, a menos de 5 cm de su cuerpo. Me mira y me dice, muy serio, aquí tienes otra escena para tu cómic. Me da la vuelta y acerca mi trasero a su polla pero lo deja a la misma distancia que anteriormente. Aquí tienes otra escena. Palmetazo en el glúteo y, riendo a carcajada limpia, me dice que se va a acostar. Yo estoy confundido, sintiendo todavía el agarrón y la palmada en el glúteo, con una erección tan tremenda que me dolía. No pude dormir en toda la noche, dándole vueltas a la situación y dibujando.