De hetero a maricón, parte VI

Todavía no podía creer que mi maestro había desatado su lujuria así conmigo..

Cuando salí de su oficina me di cuenta que otros dos maestros maduros me veían caminar por el pasillo con una expresión algo burlona en sus rostros.. como si ya supieran la clase de estudiante que yo era. Eran dos maestros gordos y feos, con aspecto de viejos pervertidos y con sonrisas burlonas mientras que sus ojos se fijaban en mi culo y cara al pasar al lado de ellos.. y en vez de asustarme que ellos me veían como un pedazo de carne, eso me excitó tanto que tuve que ir a los baños de la universidad a tocarme..

Me encerré y me senté sobre la taza de baño para frotarme entre las nalgas mientras apretaba mis pechos.. me sentía como toda una perra en celo, deseando más a pesar de que ya había sido manoseado y usado por mi maestro.. necesitaba más..

Coloqué el celular por ahí y me grabé bajándome los pantalones, logrando que mis nalgas brincaran al aire.. rápido busqué en mi whatsapp al vaquero blanco que me había penetrado en mi primera ocasión y le envié el video de pocos segundos..

Esperé y no me contestaba, pensé que seguía molesto por no haber ido a mi segunda cita con él.. así que le escribí al moreno casado, enviándole el video también..

–Ese culo suplica por verga dura.. dónde estás maricón?

Le pregunté si podía verle y dijo que sí. Y me dijo que había unos baños públicos cerca de donde estaba su trabajo, en un mercado..

Fui hasta allá con el corazón acelerado.. no sabía qué iba a pasar. Cuando entré a los baños eran amplios y olían mal. Estaban oscuros y muchos rayones en las paredes, dibujos de pitos, vergotas, pollones y groserías..

El moreno casado me mandó mensaje y me dijo que sólo tenía unos pocos minutos porque se escaparía de su trabajo y que le indicara en qué cubículo estaría.. busqué un cubículo hasta el final y cerré la puerta. Estaba emocionado y muy excitado que comencé a tocarme.. de pronto, se escucha que alguien abre la puerta de los baños y el eco al cerrarse.. unos pasos.. y veo frente a mi puerta un par de zapatos brillosos con un pantalón de vestir.. dio unos golpecitos y abrí.

–Por qué no te has desnudado?, Me dijo

Agarrándome del cuello y haciendo que me hincara.

Sacó su larga y poderosa polla negra y yo me la metí como pude. Empecé a atragantarme y hasta sacar lágrimas hasta que él me hizo que me levantara y comenzó a bajarme los pantalones.

–Nos van a oír.. –dije nervioso.

Me agarró las nalgas y las apretó con fuerza que me hizo gemir.
Intenté decirle que no me la metiera ahí porque nos podrían oír entonces me agarró de los cabellos y me susurró al oído:

–Quieres que te trate entonces como princesita? Que te lleve a una camita linda? Ahora tomas mi polla por el culo como la puta maric...