Como cada día, salgo de mi trabajo a la una del mediodía. Como en un restaurante justo a una esquina de las oficinas, en apenas media hora porque como cada día voy a una biblioteca cercana, donde me siento con mi portátil y me quedo con Internet hasta quince minutos antes de las cinco, que es cuando vuelvo a mi trabajo. Entre las ventanas del navegador, abro este foro, que voy consultando mensajes y mirando qué amigos tengo online.

Aquel jueves estaba siendo como todos. Me senté en una de las mesas, conecté el portátil, y fui mirando cosas. Estaba tranquila la biblioteca, así que aproveché para mirar vídeos porno, sobre todo vídeos de bondage en los que los chicos salen atados salvajemente por otros chicos. Voy mirando, escribiendo correos y sigo buscando buscando tranquilamente nuevos vídeos, nuevos amigos y por qué no, nuevas aventuras.

Recuerdo estar mirando un vídeo, sin nadie detrás ni cerca, de un chico atado dentro de un coche y viendo la escena del conductor con el vehículo circulando cuando en las pestañas de las webs vi un mensaje, bastante morboso y un poco inquietante.

- "¿Te imaginas que sepa quién soy? Quizá te conozco" - ponía textualmente.

Me quedé perplejo y desorientado. No sabía si lo decía en serio o era un tío con un aire de perversa crueldad. Hice una ojeada a mi alrededor, a las mesas, a las personas que habían sentadas. El ambiente era seguro, yo no pude aguantar la tentación de responderle, haciéndome el pícaro.

- "No te entiendo. ¿Es para mí el mensaje?" - le escribí.
Tardó unos diez minutos en responderme.

- "Sí, sí, para ti jaja. No disimules. Te conozco. Dónde trabajas, dónde te conectas, lo sé todo. Sé quien eres. ¿Te imaginas que sea verdad? Podría proponerte mantener tu secreto, no decirle a tu jefe ni a tus amigos tus fantasías. ¿A cambio? Tengo un maletero lleno de cuerdas esperándote" - añadió.

Yo esbozé una sonrisa en mi rostro. Era morboso su juego. Sabía que aquello no era verdad, porque en caso de ser cierto me habría dicho algún ejemplo, la dirección de las oficinas, o algún nombre de algún amigo, pero no dijo nada que me confirmara lo que decía. Sin embargo, por aquellas razones que la lógica es simplemente que soy chico, y con la biblioteca segura de que nadie me veía, decidí seguirlo el juego como si me hubiera descubierto, y ser un poco provocativo.

- "No te creo" - le puse - "Demuestrámelo, y me podrás poner hasta la última cuerda del maletero".

Recibí un nuevo mensaje al cabo de cinco minutos. Me dijo que sabía que me conectaba cuando salía del trabajo, y que miraba vídeos de bondage con historias que me gustaría que me pasarán a mí. Añadió que sabía que empiezo a trabajar a las cinco, y que tengo un coche blanco.

- "¿Es correcto?" - me preguntó.

Pensé que tenía una suerte impresionante. Quizá sólo fue usando la lógica, o e...