El primer y el tercer fin de semana de de cada mes, era lo que llamábamos "Día de ordeña", porque cada amo ordeñaba el semen a sus esclavos, pero este día en particular era muy especial...

Llegué con mis esclavos (alfonso, luis y miguel) a casa de Julio, donde eran siempre las reuniones de amos y esclavos, siempre era de los primeros en llegar el viernes en la tarde; entramos en la casa y los esclavos se pusieron a preparar la comida con mucho esmero y a esperar órdenes de sus amos, pasó el tiempo entre la plática y fueron llegando todos los demás amos con sus esclavos, al momento de servir la comida, los esclavos comieron en platos de perro, y los amos, sentados a la mesa charlando sobre la ordeña y las actividades del fin de semana, para cuando terminamos los amos, los esclavos recogieron y limpiaron la mesa mientras nosotros pasábamos a la sala de sesiones para proceder con la ordeña.

Los esclavos llegaron en 4 patas a la sala de sesiones, cada uno con su dispositivo de castidad y su correspondiente collar, formaban un círculo en torno a la máquina ordeñadora de varios tubos de succión, mientras cada amo quitaba los dispositivos de castidad a sus esclavos y provocaba su erección, asegurándola con un cockring, e introducía un dildo vibrador encendido en el culo de cada esclavo para estimular la próstata, una vez atados de manos, con una ball-gag de 5 cm en la boca (Una auténtica tortura) y con todo listo, se conectaron los tubos ordeñadores a las erecciones de cada uno, se ajustaron y se sellaron en torno a éstas y Cristhian activó la máquina en "Máxima succión".

Los gemidos ahogados de placer de los esclavos no se hicieron esperar, pero para ellos la ordeña no solo era para extraer el semen, si no que era una humillación, el dejar a disposición de tu amo no solo tu cuerpo, sino también tu mente, tu voluntad y tu semen, era lo ideal para someter y dominar totalmente al esclavo.

Pasados los primeros 15 minutos de ordeña, la primera carga comenzó a salir, sus gritos ahogados eran muy fuertes, mientras de cada esclavo salían como 6 o 7 chorros de su espeso esperma, que llenó hasta 1/4 el contenedor de semen de 6 litros, seguiá succionando el tubo, pues aún faltaban 5 litros por eyacular, los amos nos fuimos al comedor a discutir un mercado de esclavos al que asistiríamos al día siguiente; dentro de algunas horas ya sonaría la alarma que indicaba el llenado total del contenedor...

-Estos esclavos si que tienen leche- comentó Cristhian al oir, tras 10 minutos, la segunda eyaculación.

-Ya lo creo Cris- contesté yo - Han estado 2 semanas en total castidad, tendremos todo tipo de postres basados en leche de esclavo.

-Allá van de nuevo- dijo Mauricio al escuchar el pitido que precedía a la eyaculación- Iré a ver como va el contenedor-.

A los 30 segundos, regresó con cara de asombro:

-Ya casi está lleno po...