-Culo estrecho dice el maricón. espero que te guste el dolor, porque estos tíos no se andan con cuidado a la hora de meterla.

El dolor dura un buen rato. Te la habrán metido por lo menos 3 antes de que puedas relajar el culo. Pero entonces te habrás olvidado del dolor de tu ojete porque tus patéticos gritos y lloros lo único que han conseguido es que te peguen un par de ostias para ordenarte que dejes de gimotear. Pero el dolor era muy fuerte y punzante y tu no podías dejar de quejarte. Así que ahora te duelen los brazos porque te los están retorciendo en la espalda para inmovilizarte en el suelo. Y también te duele la cara porque uno de los skins te la está pisando con fuerza contra el suelo.

Cuando se dan cuenta de que has rendido te liberan de la presión en los brazos, que se te han quedado sin fuerzas. Entonces te agarran del pelo para levantarte la cabeza y te advierten a la cara de que como muerdas te quedarás, como poco, sin dientes,. Para dejarlo claro te escupe un lapo espeso a la cara y te suelta una hostia de las que te hacen girar la cabeza, mientras te pregunta si lo has entendido. Te tiene que dar otra hostia para que respondas que sí, que lo has entendido.

Te mete la polla. Primero no mucho, como tentando. Entonces la saca. te mete dos dedos en la boca hasta el fondo, sobre la lengua y empuja hacia abajo tu mandíbula, exigiendo que la abras todo lo que puedas o te vas arrepentir. entonces no vacila, la mete hasta el fondo y cuando nota tu vacilación te sujeta la cabeza para que no escape y empieza a bombear con fuerza. No puedes respirar y él vómito aparece enseguida. Se te llena la boca. Intentas evitarlo pero no puedes contener la asquerosa oleada y el vómito escapa a borbotones por el poco espacio que la polla que ocupa tu boca deja libre.

El tío te retira de un empujón. Está enfadado de verdad. le has puesto perdida la polla y ha caído vómito en las zapas. Ahora estás asustado de verdad. Para que no te una paliza de muerte corres a limpiarle las zapas con la mano, pero en seguida el salvaje te arrea otra hostia y te empuja la cabeza hacia sus pies y te ordena que lo hagas con la lengua, zorra.

Cuando vuelve a follarte la boca, del miedo ya no tienes arcadas. Mientras te folla la garganta no puedes respirar, pero te das cuenta de que tu polla se ha puesto dura y está palpitando y la punta se ha llenado de presemen y, peor aún que deseas volver a sentir el dolor punzante de tu ojete.

Cuando acaban contigo. tu estás exhausto en el suelo, lleno de lefa por todos tus orificios. sientes como se escapa de tu culo que no deja de abrir y cerrarse. quieres mantenerla dentro de tí pero no puedes cerrar el ojal, en la boca tienes el sabor de la lefa

Te gusta.

Entonces uno decide mearte encima. En la cara. Dirige el chorro caliente a tu boca. Pones cara de disgusto y haces muecas de asco, pero disimuladamente has tragado para saber como s...