Había jugado con otros de mi edad a tocarse, medírla… Pero, a los 13 años hubo algo diferente en mí relacionado con los muchachos. No me interesaban las chicas y sí mis amigos.

Cada encuentro era un deseo de estarles viéndo sus vergas. Sin perder la forma, ni que se notara, iba adentrando en mi homosexualidad. Mi sueño era estar desnudo junto a ellos sin ser visto. Cada vez necesitaba más sus visitas, hasta que fueron diarias.
Por casa fueron pasando amigos y yo los incitaba a hacernos la paja. Los juegos pasaron pero yo seguía sintiendo necesidad.
De ellos, quedaba Fran -mayor que yo- de cuerpo fuerte y escultural, verga muy grande y culo parado. En el sexo tenía experiencia y marcaba el ritmo. Aunque esperaba le pida que venga a casa.
Los juegos continuaron entre nosotros, él prefería que fuera una niñita a la que secuestraba y obligaba a masturbarlo. A los 14, ¡comenzó a ser mas que un juego!.
Un día me invitó a su casa y, mientras nos toqueteábamos desnudos, me pidió que lo acompañe a la habitación de su hermana.
De un cajón sacó ropa interior de ella... me la mostró y sugirió que las usara. Yo no estaba acostumbrado. Tomó una tanguita y me la puso encima.
- Te queda linda -comentó- y se reía.
Yo no imaginaba a dónde quería ir. Era toda una novedad.
Desnudo, y con la tanga de su hermana en la mano, me pidió que me la pusiera.
No me pude negar, era mas alto y fuerte que yo y mi admiración hacia él me convertía en su esclavo.
Luego me di cuenta que esa admiración era el deseo de que me poséa. Lo quería mas de lo que podía aceptar.
Me puse la tanguita y un corpiño haciendo juego. Me llevó a su habitación así vestido, con miedo que llegara su hermana. Se sentó y me dejó parado en el centro de la habitación... en ropa interior. Miraba cómo me quedaba, sus ojos clavados sobre mí... no pude evitar ruborizarme.
- No te sonrojes -dijo- se te ve muy bien así.
- ¿Te gusta?
- Si, se te ve muy bonita, agregó.
No entendí porque cambió mi género. Yo tenía éxito con las chicas, pero me sentía una de ellas.
- Siempre pareciste una nenita, todos saben que te gusta chupar vergas -me dijo-.
Nunca lo había hecho, quería poner las cosas en su sitio, y lo consiguió. No volví a protestar, esperando que el rumor no llegara a mi familia, pero incapaz de dar marcha atrás.
- Mirá -continuó- tengo dos años mas que vos y no me gustan los hombres.
Me acaba de apartar de su vida -pense- nuestros escarceos se han terminado.
- Tranquila -siguió- desde hace tiempo busco una piba para pasar buenos momentos. No tengo suerte, vos me gustas, pero no me caliento viéndote como chico sino como chica. Desde hoy serás mi novia o no nos veremos más.
- ¿Te parece?, le dije.
- Tuya es la decisión, si mañana vas al colegio con slip me habré confundido, si vas con la tanguita seguimos.
M...