Año Nuevo en las Montañas 2

31 de diciembre (primera parte)

En la ciudad, Esther vive conmigo. Hemos cogido todas las noches desde que nos conocimos… sus papás lo saben aunque nunca lo hemos hablado abiertamente. Pero, para no escandalizar a la familia entera y sobre todo a la abuela me mandaron a dormir con Ibrahim.

Mi cuñado, bastante astuto, se organizó con Esther para que fuera a visitarme pasada la media noche… se salió del cuarto y nos dejó solos- solo media hora cabrones porque si nos cachan se va a armar un desmadre- nos dijo Ibrahim antes de salirse.

Me la cogí como un toro, jamás había tenido sexo así… cuando la tenía de frente el solo tacto de sus manos suaves y delicadas con mi pecho me la puso tan dura y me puso tan caliente que le di con furia… ella tuvo cuatro orgasmos tremendos antes de que me viniera en el condón.

Me quedé tirado desnudo en mi cama cuando ella salió del cuarto a hurtadillas. La casa de la abuela es como las viejas casas de campo aquí en México: de un solo piso con un chingo de cuartos construidos de forma horizontal y formando una escuadra. Los cuartos están conectados uno con el otro pero son de paredes y puertas gruesas. Hay un baño comunitario grande al fondo del patio y es el único baño de toda la construcción por lo que toda la noche se ve deambular gente por los pasillos rumbo al baño.

Ibrahim entró al cuarto minutos después de que Esther se fué, me miró desnudo y sonrió- cabrón, si la tienes grande- me dijo riendo- y mi hermana salió feliz, se le veía en la cara. Sonreí para agradecer su halago.

Apagó la luz y se acostó en su cama, mis ojos se fueron acostumbrando a la oscuridad y vi claramente que se bajaba los pantalones de la pijama y se sacaba la verga. Es una verga alargada, curva hacia arriba

-No estás pensando en mi cogiéndome a tu hermana ¿verdad cabrón?- le dije girándome boca abajo con la cara hacia él, mirando fijamente como se masturbaba

-No te voy a decir lo que pienso- me dijo sin dejar de masturbarse- pero si me masturbas prometo ser tu esclavo mañana hasta la tarde

-¿Y para qué querría un esclavo si tu abuela me trata como rey?- le dije riendo

-Todos los reyes necesitan un esclavo- me dijo sin dejar de masturbarse- si no te apuras me voy a venir

Me levanté de la cama, me senté junto a él y tomé su verga en mis manos- ¿tú me agarraste la verga en el Temazcal?- le pregunté mientras movía su verga lo mejor que podía

Ibrahim se rió- lo que pasa en el Temazcal se queda en el Temazcal ¿puedes escupirte en la mano y acariciarme el glande cuando subes y bajas?- me pidió con una familiaridad que me hizo sentir muy cómodo.

Me escupí en la mano y lo masturbé como me dijo- pues ponte porno en el cel para que te vengas más rápido- le sugerí.

Ibrahim se rió- no has entendido la magia de este lugar- me di...