EL GYM LE CAMBIÓ SU VIDA - Capítulo IV

Y llegó el día. Tony se había revisado a consciencia la depilación, tenía cero pelos del cuello para abajo. Se hizo una lavativa, se metió agua muchas veces y no sólo se aseguró que agua saliera limpia sino también que no le quedara nada de líquido dentro. Luego fue al salón donde estaba Bruno, se puso su mini jaula de castidad delante de él y le dio las llaves. Volvió a la habitación, se puso un tanga y el resto de la ropa. Escogió lo más sugerente que tenía, que no era mucho, se puso una camiseta color fresa que tenía descartada porque le quedaba apretada, un pantalón corto blanco que también le apretaba, que transparentaba algo y dejaba ver que debajo llevaba una tanga. Parecía que si se agachaba el pantalón iba a reventar. Finalmente se calzó con unas zapatillas de deporte rojas sin calcetines. Se miró al espejo y se dijo a sí mismo “cualquiera se da cuenta de que soy una puta”
• Tony: “Bruno, ¿me prestas el coche? mira cómo me he vestido, mejor es no coger el bus ni ir así por la calle”
• Bruno: “Cualquiera que te vea se daría cuenta de que eres todo un putón, es más, una puta muy descarada… y es que lo eres cojones, si es que te vas a ver con un hombre, con un cliente que te va a pagar… toma las llaves… y al terminar directo para acá”
• Tony (acariciándole la polla por encima del pantalón): “Claro que sí mi macho, ¿a qué otro lugar podría ir?”
• Bruno: “Vete ya que te está esperando, que hoy vas a regresar a mí como una puta consumada”
• Tony (dándole un beso): “Chao mi hombre, regresaré lo antes posible”
Antes de abrir la puerta Tony miró hacia atrás a la vez que movía las caderas y el culazo, como sabía que le gustaba a Bruno.
• Bruno: “Putón, acábate de ir”
Todo sucedió exactamente con las condiciones pactadas. Tony mamó polla un buen rato, pero Álvaro estaba loco por su culo.
• Álvaro: “Ponte a cuatro patas que no me aguanto, es increíble el culo que tienes, me di cuenta cuando te veía en el gimnasio, pero ahora tenerte así casi desnudo, sólo con esa tanga de maricón… no sé si tú o tu marido se dan cuenta de qué nivel tiene tu culazo”
Álvaro vio sus chanclas en el suelo y no se contuvo, cogió una y le empezó a dar chancletazos a Tony en las nalgas. Éste se sorprendió, pero le dejó hacer, estaba acostumbrado al dolor, e incluso ese ardor en las nalgas que empezó a sentir de cierto modo le gustó. Además, al sentirlos a la par de oír todos los elogios sobre sus nalgas, le llegó a entender, comprendía que fuera tanto que quisiera pegarle y empezó a mover las nalgas de un lado al otro.
• Álvaro: “No me aguanto quiero clavártela ya”
• Tony: “Ponte el condón macho, y métemela en el culo cabronazo, ¿no querías tanto mi culo? ahora lo tienes”
Álvaro se pone el condón y le empieza a follar, fuerte todo el tiempo, desde el principio, lo t...