El tres leches 2

Desde que estoy en este mundo, siento plenitud cuando estoy notando que un macho se está corriendo dentro de mi, es una sensación que dura poco pero que me tiene enganchado, en ese momento mi cerebro estalla de satisfacción, trabajo bien hecho, sentirme útil para otro tío, que me considere digno de depositar su esperma en mi.
Así estuve toda la tarde de juegos, sexo con juan, hasta que llegó Arturo, llegó con ganas , me gusta que dispongan de mi sin consultar, sin tenerme en cuenta, que hablen de mi como si no estuviera, y así se lo estuvieron pasando bien, llevaban ya un rato metidos en grinder, y ya me dijeron, te vamos a a atar que viene uno, me atan en un sofá, las manos una unida a la otra, y una cuerda, de forma que puedo estar boca arriba y ser usado tipo misionero o sentarse en mi cara, ser follado a la vez por boca y culo o ponerme a 4 patas, doy juego, pero no puedo evitar lo que suceda. Ya veo que llaman al timbre, se asoman , les oigo como le saludan, tiene acento argentino, no suelo ver a quien traen, pero está vez le veo, el me ve a mí, sonríe, le gusta la escena, se ve que le excita, no me habeis engañado! Les dice, es cierto!.
Puedo?
Le dicen los dos, si si, a tu gusto, nosotros miramos, a él le da igual, ya se está quitando la ropa, le cálculo unos 40 años, fondon, masculino, rabo no muy grande, pero gordo, huevos grandes, les dice, ya os dicho que llevo una semana sin nada, que vengo con ganas, si si, dale dale, tranquilo que aguanta.
Y me puedo correr donde quiera? Les pregunta a ellos, no a mí. Eso me gusta.
Si, donde quieras.
Sonríe y me mete en la boca, chupa... Me pongo a mamar poniendo toda mi alma en ello. Juan y Arturo sentados me miran sonriendo mientras se masturban.