Historia (bastante) Real - Las Tres Perlas

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Nota para mis sufridos lectores: Normalmente, mis relatos los cuenta este gordo sumiso con ansias de degradación, como un avatar de sí mismo y un modo de autohumillarme. Pero en esta ocasión, el protagonista del relato es: ¡Otro gordo diferente! El simpar sumpas25, también gordo pero con un aspecto mucho más viril y atractivo que este esclavo, y sin embargo igual de zorra sumisa, si no más, de hecho. No que este esclavo sea averso a que le folle una preciosa trans, pero su experiencia me pareció tan alucinante, que no me pude resistir a ponerla por escrito, para ejemplo y regocijo de todos. Es él, por tanto, quien debe ser felicitado por la sumisión sufrida y adorada en este relato. ¡Disfrutadlo!
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Santiago de Compostela. Mientras camino, con cierto nerviosismo, por el Locus Sancti Iacobi, miro al cielo gris, nublado, con cara de hacer lluvia. Los picos de la santa catedral asoman por detrás de los edificios, los restos del apóstol, como una raíz pétrea, tienden sus brazos, mejor sus torres, en petición de abrazo a los cielos. Esta noche, sin duda, mil diamantes caídos de lo alto responderán a su muda súplica.

Dios Santo, pues es verdad que vivo en la Tierra de No Follar.

Y sin embargo, ¿acaso no es cierto que los valientes navegantes portugueses partieron al otro ládo del océano, hallando un río el mes de enero (dicen), allí hallando un monte con forma de pan de azúcar, y allí también una tierra de abundancia? Y con el tiempo, gentes de diversas razas crearon allí un país vivo, alegre, hermoso - Brasil. Con este espíritu de navegante, de descubridor de nuevas tierras, me dirigía ahora a cierta casa en cierto lugar, con las cortinas cerradas para no molestar, donde podría hallar a la hermosa Perla: "Travesti Perla, miembro de caballo".

Es así como este hombre grueso, de dura barriga y espalda y pecho peludos, se dirigía en busca de la belleza, y de un poco de humildad. Porque, aunque con aspecto de hombrón, esta perra siente a menudo vivos deseos de ser follado y humillado. En otro mundo mejor, hubiera sido esclavo en un harén, y sería violado diariamente. Y como en este momento no he hallado quien me folle, porque el tema contactos sabemos que está complicado, y sin embargo el deseo me atenazaba, tomé un atajo y miré en la página aquella, y llamé al teléfono aquel, y una preciosa voz con un ligero acento brasileiro me dijo Sim meu bem, estou-te esperando.

Intentaba asociar esta dulce voz con lo que había visto en la página, una bella mujer de oscuros y ensortijados cabellos, su mirada seductora de ojos pintados mirando entre los rizos a la cámara, un dedo apoyado en los labios rosados. Piel blanca, grandes pechos, gran culo, envuelta en lencería de malla. Y cómo no, una g...