DE KINKY A ESCLAVO CAPÍTULO 15: Playa

Concentrado en lo mío, el Amo siempre me dice que tengo que estar concentrado en lo que hago. Ahora estoy adorando sus pies, asi que procuro hacer lo mejor posible para satisfacer al Amo. De repente oigo un: “Puedo?” tímido. A continuación, oigo el Amo decir “Debes”. Giro mi cabeza, a la izquierda, y veo un chico rubio ojos azules, más alto que yo, unos 27/28 años, arrodillarse al lado mío, mirándome “Buenas tardes” me dijo mirándome. “Buenas tardes” le conteste. Y le veo empezar a lamer el pie derecho del Amo con mucha dedicacion. Incluso escucho pequeños gemidos por su parte. “Como disfruta el cabron” pienso en mi interior. De repente miro la cara del Amo; y veo como el Amo está disfrutando del momento. De repente me doy cuenta que el Amo disfruta más del rubio que de mí. Me entra una cólera, que inmediatamente paro, recordando las palabras del capataz: “Celos, nunca, cuando ves que alguien hace algo mejor que tu … Aprende” Reviso mi técnica intentando imitar al rubio. Lamidas más largas de la punta del talón hasta el dedo gordo del pie. Pasar bien la lengua entre todos los dedos. Chupar bien cada uno de los dedos. Al rato vuelvo a mirar la cara del Amo que me hace un guiño. Lo estoy haciendo bien… No obstante, veo en su mirada que algo le está molestando al Amo mirando al rubio: mientras esta lamiendo se esta masturbando. Y de repente se corre. “¿Me puedo ir?”. Le pregunta al Amo. “Pírate”. Sentencio el Amo.
Perro, vuelve a calzarme. Procedo de forma un poco torpe. Y seguimos andando. El Amo delante. Yo detrás.
Nos cruzamos con un tío de unos 40 tacos, que nos estuvo mirando interactuar antes.
-Vaya culo tiene ese perro
-Doy fe-dijo mi Amo
-Veo que lo llevas bien equipado-dijo el hombre
-Como debe de ir todo perro
-¿Qué edad tiene?
-Vamos perro, dile cuántos años tienes
-Tengo dieciocho años-contesté
Aquel hombre me acarició los huevos y me rozó los labios tras darle permiso el Amo para hacerlo
-¿Cuánto tiempo llevas en castidad?
-A los pocos días de conocer al Amo-respondí
-O sea que has iniciado la mayoría de edad en castidad
-Se podría decir que sí.
Tras colocar las toallas, el Amo se tumbó en una de ellas a mirar el móvil y fumarse un cigarro sin perder de vista a aquel hombre con el que mi Amo me había prestado unos minutos. Anduve a 4 patas por la orilla. Sentía el agua mojarme. Me hizo correr unos metros hacía dentro. Me hizo salir, revolcarme en la arena para quedar todo embadurnado, volver a entrar en el agua para quitármela. Me hizo lamerle los pies un buen rato justo en la orilla. Estaba siendo sometido por otro hombre que no era mi Amo. Si es cierto que el Amo me pidió hacer todo lo que aquel hombre me pedía, pero apenas ponía dificultad alguna a sus órdenes. Y noté en varias ocasiones que el Amo estaba pendiente de mí.
Tras marcharse aquel hombre, el Amo se levantó ...