Entrega en SexShop (3 parte)

Noté que mis manos conseguian el efecto deseado en los sexos de los dos hombres y eso hacía seguir aplicandome mientras mi AMO seguia usando mi boca. Al rato, sacó su polla, se puso detrás mio sujetando mi cabeza. Uno de los maduros se puso delante y lentamente se desabrochó hasta mostrar su sexo duro. Lo acercó a mi boca que abrí al instante, encaró su sexo y mi AMO empezó a mover mi cabeza hacia delante y detras. Entre ambos sujetaban mi cabeza de forma que la mamada era profunda sin que pudiera retirar mi cabeza.

- Te gusta mamar pollas putita -pude escucharle decir.

El maduro retiro su sexo y mi AMO me daba pequeños bofetones en las mejillas mientras uno a uno fueron usando mi boca. Debieron ser unos 5 los que me usaron. Penetraban mi boca durante unos minutos, incluso dos a la vez, y dejaban que otro ocupara el lugar para volver a empezar de nuevo. Ninguno de ellos se corrió en mi boca por deseo de mi AMO aunque supuse que se estaban reservando para la lección que iba a venir en breve. Un par me hicieron sujetar sus pollas y masturbarlos hasta correrse mientras los otros seguian en mi boca.

Sin saber cuanto tiempo estuve en aquella postura, cada vez notaba mas cansancio aunque los hombres me mantenian erguido para poder usarme. Finalmente, y tras dirigrise mi AMO a ellos, se apartaron. Me hicieron levantar, cosa que me costó al tener las piernas adormecidas, noté como me esposaban de nuevo y, sin tiempo para reaccionar, vendaron mis ojos.

La sensación de indefensión por estar esposado aumentó a niveles increïbles al no poder ver nada. Me sentia seguro con mi AMO pero sabia que aquellos hombres iban a terminar de usarme sin delicadeza. Me cogieron del brazo y me puse andar de forma torpe. A los pocos instante me detuvieron. Noté de nuevo como recorrían mi cuerpo “dedicandonse” a mis pechos, pezones. Como si quisieran preparame para lo que iba a suceder, recibí un par de azotes en mis nalgas que me hicieron reaccionar.

Me sujetaron de nuevo, me hicieron subir un par de peldaños y me tumbaron boca abajo sobre “algo” que se movia. Recordé que el sexshop tenia una cabina donde había un “sling” que era donde me habían tumbado. Me colocaron de forma que mi torso quedó encima del columpio dejando mi cabeza y culo fuera de él. Me dejaron unos instantes y yo me relajé intuyendo lo que sucedería.

Después de ese tiempo de “relax”, sus manos volvieron a tomar el control de mi cuerpo. Levantaron mi cabeza para meter dedos en mi boca mientras otros recorrian mis muslos hasta mis nalgas que eran magreadas y azotadas. Mis gemidos eran silenciados al tener mi boca ocupada con los dedos que habían metido.

- Vaya culazo tiene -fué algunos de los comentarios que pude escuchar
- Y con el tanga que lleva la zorrita -dijo otro magreando mi sexo
- Estas bien mi zorrita? -escuché a mi AMO. Asentí con la respiración alterada.