Bully en Locktober 11

Ulises lleva tres días en castidad… Enrique cinco

-Yo te recomiendo que te enfoques en tu esclavo y no andes de pito flojo- me dijo mi tío Ray en la noche cuando le conté lo que había visto en el salón de clases…

Pasé una larga noche pensando si buscar o no a Robert y completar el cuarteto…

No se me antojan para nada Lola y Roxana aunque las dos están muy hermosas… y Robert es muy guapo pero Ulises me parece mucho más atractivo…

Finalmente me las ingenio para acordar con Robert una sesión en el mismo salón de la tarde anterior…

Esta vez me aseguro de ir al callejón a mamársela a Ulises antes de ir con Robert para estar más tranquilo y sin prisas.

Me encuentro con Robert en el patio, se trata de que Roxana y Lola no se enteren que estuve espiando en la bodega del salón.

-¿listo cabrón?- me dice Robert mientras caminamos a donde ellas nos esperan - esas viejas son crueles ¿he wey? Espero que te portes machito-

Cuando Robert abre la puerta del salón encontramos a las dos compañeras sentadas en el escritorio en actitud hasta inocente. Robert se pone de rodillas

-Buenas tardes Amas, ¿nos permiten pasar?- pregunta Robert

-Quítate la ropa y entra esclavo- responde Lola. Robert mira a todos lados y luego se desnuda a toda prisa, avanza al interior del salón a cuatro patas como un perro.

Le veo en culo blanco, casi transparente, es redondo y carnoso, a diferencia de Ulises que lo tiene duro el suyo es como gelatinoso…

-Ponte tu ropita putita-le dice Lola tirando la falda y las medias al piso, Robert de levanta y se calza las medias, luego se sube la falda.

Robert tiene el cuerpo muy bien trabajado, sus músculos son menos voluminosos que los de Ulises, pero aún así parece esculpido en piedra, abdomen marcado, pectorales anchos y voluminosos, bíceps grandes… el contraste con la falda y su actitud sumisa es muy grande.

-A la esquina, con las manos en la cabeza- le ordena Roxana y Robert obedece.

-Pasa esclavito- dice Roxana doblando su meñique en una actitud entre sexy y coqueta, si fuera heterosexual me excitaría, pero como no lo soy, hay algo de diva poderosa en ella que me hace sentir una especie de fascinación.

Camino hacia dentro del salón en actitud tranquila. Lola no me pone mucha atención y Roxana me estudia como si quisiera convencerse de que valgo la pena. Es claro que no soy su tipo, Roxana y Lola buscan hombres musculosos… igual que yo…

-Quítate la ropa- me dice Roxana, me abro el oantalón y me da una patada suave en los huevos- no, primero la camisa.

Me abro la camisa y se baja del escritorio, se acerca a mi a jugar con los pelos de mi pecho, se enreda unos cuantos en el dedo y me los arranca

-Gracias Ama- digo mirando hacia abajo, en actitud sumisa… Roxana me abre el...