El Becario 1

Pablo lo tiene todo: heredó una distribuidora de artículos de ferretería, es rico, soltero, muy guapo y atlético.

Se toma su empresa muy en serio y suele ser siempre el primero en llegar y el último en irse.

Es muy enérgico, los cincuenta empleados que trabajan para él lo respetan y obedecen porque saben que Pablo no tolera errores y exige a todos perfección.

-¡No es tan difícil seguir los procedimientos ¿o si?!- dice reprendiendo esta mañana a dos empleados encargados de surtir los pedidos- todo está en los manuales, si no saben seguirlos no sé qué hacen aquí?-

Su voz se escucha hasta afuera de la oficina. Pablo lo hace a propósito para que lo escuche el mayor número de empleados posible. El regaño para unos es regaño para todos, de esta manera mantiene el orden y hace que la gente siga sus instrucciones.

-La gente es floja por naturaleza- le dice por la tarde a Claudio, su mejor amigo, con quien suele comer los viernes por la tarde- necesitan que les hablemos fuerte y que les recordemos una y otra vez lo que tienen que hacer- añade bebiendo después un trago largo de su cerveza artesanal

-Tienes que tener cuidado, ahora pueden demandarte por abuso- le dice Claudio que está más al pendiente de su teléfono que de la conversación

-Jamás los insulto, solo les hablo fuerte- dice Pablo- mira… nunca lo van a reconocer pero en el fondo agradecen que los supervises para que no cometan errores-

Los viernes por la tarde, Pablo tiene la tradición de volver a su trabajo después de las siete, cuando todos se han ido. Le gusta agendar sus citas y revisar sus pendientes cuando está solo, considera que su secretaria es buena pero que suele cometer errores y a Pablo le gusta que todo marche a la perfección.

Mientras compara su agenda con sus apuntes y escribe algunas notas escucha ruido en el almacén, su oficina está en el segundo piso y desde ahí tiene pleno dominio de lo que sucede en la planta baja, se asoma y mira que uno de los trabajadores sigue acomodando unas cajas.

-Hola- lo saluda después de bajar a revisar qué hace su trabajador

-Buenas noches Don Pablo- responde el hombre. Viste unos pantalones industriales y trae una playera sin mangas que exponen sus hombros muy anchos y sus brazos con bíceps enormes.

El hombre es de tipo latino muy moreno, con unos pectorales bastante grandes que se marcan en la playera sucia y algo roída. Pablo no sabe quién es, conoce a todos los que trabajan en su empresa y a él nunca lo ha visto, por unos instantes teme que se trate de un ladrón.

-Hola- repite- ¿quién eres?- pregunta con su acento autoritario y preparándose para correr si confirma que se trata de un intruso.

-Ismael Gutiérrez, jefe, mucho gusto- dice el hombre tendiéndole la mano. Pablo le responde el saludo, Ismael le aprieta fuerte con sus manos grand...