CLICK, CLICK, ZIIIIIP. XXXIII.- PINZADO Y FEMINIZADO 👚

Pero es que al mirarle ... que guapo estaba joder.

Que haga conmigo lo que quiera, adelante.

Lo primero que hace es tumbarme boca arriba, poner la silla a la altura de mi pecho, que costaba porque me aprisionaba un poco, y alzarme la cabeza con la boca a la altura de su polla. Luego me calzó con otra silla pequeñita atrás de mi cabeza.

A: Comienza a lamer ahí, vamos. ¿Te gusta verdad? Esta posición es curiosa porque no se le ocurre a todo el mundo. Hace falta que la silla mía lo sea suficientemente grande como para que quepa de ancho tu torso.

Era impresionante como le sentía, él se había echado un poco para adelante de su silla y de esa forma es que la tragada de polla era más profunda. Ahí pude meter las manos de vez en cuando. Estaba enganchado como una puta de verdad, que cabrito, que gozada era para él, pero también para mí.

Así estuve 20 minutos, él estaba precioso mirándole desde ahí abajo con sus huevazos que cada ciertos minutos tenía que atenderlos y con todo su poder, porque la sentía enorme, en mi boca.

Ya me ordenó levantarme y me llevó a un espejo a ver mi patética figura.

Yo no me acordaba ya del body y me llevé un fuerte shock que mi suegro se limitó a quitarle hierro, bueno, según él claro, porque dijo.

A: Ahora PUTITA vas a saber lo que hacen los chicos cuando se visten así.

T: Bueno, AMO, supongo que querrás decir las chicas, no te preocupes si yo eso ya lo tengo asumido contigo.

A: Nooooooooooo, lo he dicho bien. Tu dices que lo tienes asumido pero yo sé que no y por eso te tengo que hacer lo que le hice al Director americano.

Vamos, ponte las manos en la nuca y sigue mirándote al espejo.

Obedezco y Ángel se va un momento y trae con él las pinzas de la ropa. Yo no podía creer que me iba a pinzar, pero sí.

A: Ahora te dolerá al principio y luego te acostumbrarás.

Y me pone una pinza en mi pezón derecho, mientras me va explicando que no es lo mismo cogerme la punta, que eso lo dejaremos cuando sea necesario, que cogerme parte de carne que más o menos coincida con el grosor del pezón.

A mí me dolía mucho, gemía para no alterar a los vecinos, pero de dolor. Lo que pasó es que volvía mi suegro a tener razón porque mientras él esperaba y me miraba mi reacción el dolor fue bajando hasta que era soportable.

A: ¿Ya pasó?

T: Pasó el dolor intenso AMO, pero soy un hombre y siento que tengo fuertemente pinzada la teta.

A: Venga, seguimos.

Y me lo hace en el otro pezón.

A: Normas acerca de esto: No te las puedes quitar tú. Si te molestan mucho me lo dices y yo decido. Esas normas son para todas las pinzas que te ponga y donde te las ponga. ¿Bien?, seguimos.

Se baja hacia mi sexo. He de aclarar que el body que llevaba puesto dejaba libre ...