Escrito por: faethj8i
691 palabras
Era una noche de verano, con el calor pegajoso del asfalto todavía flotando en el aire. Yo había parado en un área de descanso en la A-3, a medio camino de ningun lado , con la moto apoyada en una farola medio rota. El sitio estaba desierto, salvo por un camión enorme aparcado al fondo, con las luces apagadas y un ronroneo bajo, como si el motor aún estuviera vivo.
Me senté en un banco a fumarme un cigarro, con la camiseta sudada pegada al cuerpo. Entonces lo vi salir del camión. Un tío grande, de esos que llenan el espacio solo con estar. Barba desaliñada, camiseta de tirantes manchada de grasa, brazos como troncos y una mirada que te atravesaba. Se acercó con paso lento, como si el mundo le perteneciera, y se plantó delante de mí.
—¿Qué haces aquí solo, eh? —dijo con una voz grave, arrastrando las palabras. Se rascó la nuca, mirándome de arriba abajo como si fuera un trozo de carne—. Esto no es sitio pa’ tíos como tú, que vais pidiendo guerra con esa pinta.
No contesté, solo le sostuve la mirada. Había algo en su tono, en esa mezcla de chulería y desprecio, que me encendió. Él dio un paso más cerca, tan cerca que podía oler el sudor mezclado con el tabaco rancio.
—¿Qué, te mola que te miren? —soltó, con una sonrisa torcida—. Porque yo no soy de los que miran y ya. Si estás aquí, es porque quieres algo, ¿no? Venga, no te hagas el estrecho, que sé cómo vais los de tu rollo.
Me levanté del banco, más por instinto que por otra cosa, y él se rio, como si mi reacción le diera la razón. Era un cabrón machista, de esos que creen que todo hombre que no es como ellos es menos hombre. Pero joder, había algo en su forma de hablar, en esa seguridad asquerosa, que me ponía a mil.
—Venga, al camión —ordenó, señalando con la cabeza hacia su bicho de metal—. Que no tengo toda la noche pa’ perder el tiempo con mariconadas.
No sé por qué le seguí. Tal vez porque quería demostrarle algo, o porque el calor de la noche me tenía la cabeza nublada. Subimos a la cabina del camión, un antro lleno de latas de cerveza vacías y un olor a cuero viejo. Cerró la puerta con un golpe seco y, sin mediar palabra, me empujó contra el asiento del copiloto.
—Quítate eso —gruñó, señalando mi camiseta—. Y no me hagas esperar, que no estoy pa’ juegos de princesitas.
Lo hice, rápido, mientras él se desabrochaba el cinturón con una mano, sin dejar de mirarme. Su voz era puro veneno, cada palabra cargada de desprecio y deseo crudo.
—Mírate, joder, todo depiladito y con carita de bueno —dijo, acercándose hasta que su aliento me quemaba la piel—. Pero te gusta esto, ¿eh? Que un tío como yo te dé lo tuyo. Venga, bájate los pantalones, que voy a darte lo que andas buscando.
No hubo preliminares, ni caricias, ni mierdas de esas. Fue directo, brutal, como si quisiera dejar claro quién mandaba. Sus manos eran ásperas, callosas, y ca...
El area de descanso
Xtudr és el xat per a gais fetitxistes definitiu. Troba fàcilment milers de nois de la teva
ciutat que comparteixen els teus mateixos gustos i gaudeix enviant i rebent missatges en
directe.
La xarxa nº1 de trobades entre nois us ofereix una experiència ràpida, fàcil, i divertida amb la
qual podreu conèixer molta gent nova com faethj8i.
Amb Xtudr podràs:
- Crear un perfil amb les teves fotos i afegir les teves preferències.
- Veure els perfils i fotografies d'altres usuaris.
- Enviar i rebre missatges sense límits.
- Utilitzar els filtres de cerca per trobar la teva mitja taronja.
- Enviar i rebre Taps als que més t'agraden.
Registra't a l'app fetitxista i BDSM més popular i comença la teva aventura.
https://www.xtudr.com/ca/relatos/ver_relatos_basic/42417-the-rest-area