Capítulo 4, El payaso y su humillación permanente
Don Risitas y Señor Jajá saludan al público con reverencias mientras suena música de circo.
• Don Risitas: "¡Damas y caballeros, bienvenidos al circo de las bromas pesadas! Soy Don Risitas y este es Señor Jajá, hoy les presentamos al payaso más patético, pequeño y gordo… ¡Guarrillo!"
Señor Jajá jala el collar del payaso vagabundo forzándolo a gatear al centro; Guarrillo intenta levantarse pero Don Risitas lo empuja al suelo con el pie.
• Señor Jajá: "¡No te levantes, Guarrillo! Eres tan pequeño que ni siquiera deberías intentarlo ¿Y saben qué? ¡No tiene papá payaso porque hasta él se avergonzó de este cerdo enano!"
• Don Risitas: "¡Y su novia! Le es infiel con medio circo y está con él por lástima ¿Quién querría a este gordo inútil?"
El público ríe a carcajadas mientras Guarrillo gateando, suelta un "¡Oink, oink!" y baja la cabeza humillado.
Don Risitas y Señor Jajá deciden quitarle la ropa a Guarrillo para exponerlo.
• Don Risitas: "¡Es hora de enseñarle su lugar al puerco! Vamos a mostrarles cómo es este marrano inmundo, enano y gordo pierde la dignidad".
Señor Jajá agarra los pantalones raídos de Guarrillo y los arranca con un movimiento exagerado, dejando al payaso vagabundo en unos calzoncillos rosas con estampado de cerditos, que están ligeramente rotos y demasiado pequeños para su gran trasero, la camisa también es arrancada, dejando su cuerpo regordete a la vista: un vientre prominente, brazos flácidos, y su trasero enorme sobresaliendo.
• Señor Jajá: "¡Miren este cuerpo, caballeros! ¿Qué hombre se vería así? ¡Es un cerdo gordo y patético, no un hombre!"
El público, especialmente los hombres, se ríe a carcajadas mientras Lente Risón toma fotos y graba un video, acercándose para capturar cada detalle humillante; Guarrillo intenta cubrirse pero Don Risitas lo jala del collar y lo pone de pie, forzándolo a girar para que todos vean su cuerpo.
• Don Risitas: "¡Repite lo que eres, Guarrillo! ¡Dilo fuerte para los hombres del público!"
El payaso vagabundo temblando y con voz quebrada, repite: "Soy un cerdo gordo… un enano patético… no soy un hombre… ¡Oink, oink!"; el público estalla en risas y los hombres en las gradas se burlan aún más.
Don Risitas saca una tabla de madera gigante con un dibujo de un cerdo y la frase "Trasero de Puerco" escrita en grandes letras rojas y se la muestra al público.
• Don Risitas: "¡Miren este trasero! Tan grande que podría ser una montaña ¿Qué hacemos con los cerdos como Guarrillo público?"
El público grita: "¡Golpearlos!" Don Risitas y Señor Jajá se turnan para golpear el trasero del payaso vagabundo con la tabla, cada golpe acompañado de un "¡PUM!" y un "¡Oink, oink!" de Guarrillo; su trasero tiembla exageradamente y Lente Risón graba todo, riéndose mientras lo hace.
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