Al día siguiente se repitió el encuentro en la playa y a la misma hora, sólo que al llegar Andrés no puso su toalla a dos metros, ni siquiera la extendió, le dijo a Lucio de moverse a un lugar más discreto.
• Lucio: “La puta quiere más, ¿no?”
• Andrés: “Por supuesto, pero primero quiero comentarte algo”
• Lucio (extrañado): “Dime”
• Andrés: “Es sobre tu necesidad de alquiler…mira yo vivo en una casa, con un patio y detrás a unos metros, en lo que era antes un cuarto de desahogo, un trastero, un lugar para las herramientas y demás, mi hijo cuando vivía aquí conmigo la transformó, a él siempre le ha gustado esas cosas, de hecho, ya ahora es arquitecto, vive en la capital y en aquel momento quería un poco de independencia. En fin, que lo convirtió en un estudio, tiene aseo, ducha separada, cocina, mesa con dos sillas, cama, un armario empotrado, aire acondicionado. No es gran cosa y no sé si te interese, pero sería una opción, el alquiler sería muy muy bajo… y porque está mi mujer, porque si no hasta te lo daría gratis… ayer no te dije nada porque tenía que hablar con ella de un posible alquiler y no sólo estuvo de acuerdo, sino que le entusiasmó la idea. Lo del alquiler bajo lo entiende perfectamente, ten en cuenta que no se ha registrado la obra que se hizo en el ayuntamiento, no hay desglose y tampoco habría contrato de alquiler”
• Lucio (sonriendo): “¿Culo incluido en el alquiler?”
• Andrés: “Eso lo tienes cuando quieras aceptes o no alquilar”
• Lucio: “Pues en principio no me parece mal, no necesito mucho, aunque tendría que verlo”
• Andrés: “Pues cuando nos marchemos si quieres pasas y lo ves, pero polla quiero que me la des aquí, me gustó como me clavaste contra una roca”
• Lucio: “Tranquila puta, que te voy a dar polla, pero tampoco tiene que ser ya mismo… vamos a darnos un bañito… y si quieres te dejo que me la toques con disimulo dentro del agua”
• Andrés: “Cojones, si eres hasta de los mismos morbos que yo, no sólo te la voy a tocar, me voy a zambullir y cuando vaya a meterme entre tus piernas verás como te la chupo”
• Lucio: “A ver si te ahogas”
• Andrés (sonriendo): “Una buena forma de morir, ¿no crees?”
• Lucio: “Vamos, ¿no?”


Se metieron en el agua y antes de hacer lo que planeaban empezaron a echarse agua el uno al otro para que la gente que los miraba desde lejos luego no se asombrara de los buceos. Pero en poco tiempo ya estaba Andrés no sólo zambulléndose, sino que se aguantaba con las manos a las piernas de Lucio y mamaba. Mamaba bien y se la metía bien adentro. Al rato salió dando una gran bocanada de aire y luego tuvo dos arcadas. No se sabía si las arcadas fueron por haber tenido la polla clavada en la garganta o por haber tragado agua.
• Lucio: “Creo que se te ha ido la mano, fue demasiado”
• A...