Era un domingo de primavera por la tarde y nos habíamos ido a hacer una ruta por la sierra.


En mi cabeza iba a ser una tarde tranquila, pero en la suya nada más lejos de la realidad.


Según llegamos allí, sin ni siquiera salir del parking, se puso a mear detrás del coche conmigo arrodillado al lado preparado para lamer las últimas gotitas. Alguna pareja que pasaba por allí nos increpó, pero nos dio un poco igual.


A medida que íbamos avanzando, siempre un poco fuera del camino oficial, Él me iba cobrando una prenda. Primero la chaqueta fina que llevaba, luego la camiseta, luego los pantalones y finalmente los calzoncillos, dejándome en calcetines largos (petición suya) y zapatillas. El siguiente hito del camino, ya muy lejos de la civilización, coincidió con ponerme collar y correa.


Por fin llegamos al destino, un claro con un pequeño lago donde no había absolutamente nadie salvo nosotros.


Tiró una toalla al suelo, me puso de rodillas y me hizo desnudarlo.


Empezó a follarme la boca, me meó por encima, me escupió todo lo que quiso, se deleitó largo y tendido con su culo en mi boca, y procedió a follarme sin mucho más preámbulo.


Cuando se corrió, según sacó la polla me metió unas bolas tailandesas, me tumbó en la toalla y empezó a comerme la polla mientras metía y sacaba las bolas de mi culo.


Cuando me corrí, me escupió parte en la cara y el resto me lo dio en la boca con un morreo.


Dado por satisfecho, se fue al lago a refrescarse un poco y me dejó ahí tirado. Cuando fui a incorporarme, me encontré a un señor parado a unos metros, mirando, sonriendo, sin decir nada.


Mi primer impulso fue ir a taparme pero inmediatamente me di cuenta de que, más allá de que seguramente llevaba ya rato mirando, yo estaba desnudo, con unas bolas tailandesas en el culo, collar y correa, la cara llena de lefa y el cuerpo chorreando meos, así que simplemente me quedé ahí parado mirándole hasta que arrancó y me deseó una feliz tarde.


(Des)Afortunadamente, por aquella época lo de los móviles, grabar y publicar todavía no estaba de moda. A día de hoy, probablemente sería protagonista de un buen video y seguro que me conocería mucha gente...